El Papa a jóvenes de Scholas: "Estar atentos a cada pequeño fin de lo cotidiano"
Organizado por la fundación pontificia Scholas Occurrentes y World ORT, jóvenes se reunieron para plasmar una agenda que colabore en la construcción de un mundo integrado y en paz, a partir del intercambio de culturas, religiones, historias y contextos.
En su videomensaje, el pontífice agradeció a los jóvenes por "mantener abierta la pregunta sobre la muerte", y les sugirió "prestar atención a cada pequeño fin de lo cotidiano”, porque “solo una vida consciente de este instante se acaba, logra que este instante sea eterno”.
“Si la muerte no tiene la última palabra, es porque en vida aprendimos a morir por otro”, sostuvo.
“¿Qué sería de este encuentro si no tuviera un final? Quizás no sería un encuentro. ¿Y qué sería de esta vida si no tuviera también su final?”, planteó el Papa, invitando a “pensar bien en ello”.
“Sé de buena fuente que mantuvieron encendida, durante toda la experiencia, la pregunta por la muerte. Allí jugaron, pensaron y crearon desde sus diferencias”, destacó.
Francisco agradeció y celebró el mantener encendida la pregunta por la muerte porque, dijo, “es la pregunta por la vida” y “mantener abierta la pregunta por la muerte, quizás, es la mayor responsabilidad humana para mantener abierta la pregunta por la vida”.
“Así como las palabras nacen del silencio y allí terminan, permitiéndonos escuchar sus significados, lo mismo sucede con la vida. Quizás esto suene un tanto paradójico, pero... ¡es la muerte la que permite que la vida permanezca viva!”, subrayó.
El Papa sugirió “prestar atención a cada pequeño fin de lo cotidiano”, porque “solo una vida consciente de este instante se acaba, logra que este instante sea eterno”.
Además el Santo Padre señaló que la muerte “nos recuerda la imposibilidad de ser, comprender y abarcarlo todo”.
“Es una bofetada a nuestra ilusión de omnipotencia. Nos enseña en la vida a relacionarnos con el misterio. La confianza de saltar al vacío y darnos cuenta de que no caemos, que no nos hundimos; que desde siempre y para siempre hay alguien allí que nos sostiene. Antes y después del fin”, añadió.
El “no saber”, sostuvo el Papa, es “el lugar de la fragilidad que nos abre a la escucha y el encuentro del otro: Francisco recordó que en torno a la pregunta por la muerte “se formaron desde siempre las diferentes comunidades, pueblos y culturas”. Y hoy, que el mundo ya está configurado, donde todo está explicado, dijo, “no hay lugar a la pregunta abierta”.
“En un mundo que le rinde culto a la autonomía, la autosuficiencia y la auto-realización, parece que no hay lugar para lo otro. El mundo de los proyectos y la aceleración infinita, de la rapidación, no permite interrupciones, y por eso, la cultura mundana que esclaviza trata de anestesiarnos para olvidar lo que significa detenernos al fin”.
Con esta afirmación, el Papa quiso agradecer a los jóvenes por haber tenido el coraje de “abrir esta pregunta y pasar por el cuerpo las tres muertes que, vaciándonos, llenan la vida”.
“La muerte de cada instante. La muerte del ego. Y la muerte de un mundo que da paso a otro nuevo”, advirtió.
Concluyendo su mensaje para los jóvenes del mundo reunidos en México, el Papa puso ímpetu al afirmar que “el que olvida la muerte ya empezó a morir”. Por eso pidió a los jóvenes recordar que “si la muerte no tiene la última palabra, es porque en vida aprendimos a morir por otro”. Y finalizó pidiéndoles que “cada cual a su manera y acorde a sus convicciones”, no se olvide de rezar por él.
El Encuentro Internacional de Jóvenes se celebró en los años anteriores en el Vaticano (2016), en Jerusalén (2017) y en Argentina (2018). La actividad está organizado conjuntamente por Scholas Occurrentes y World ORT, una organización no gubernamental judía que se ocupa de educación y formación profesional.
Informes: www.scholasoccurrentes.org y redes sociales.+
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