Nicaragua: Siguen las intimidaciones contra la Iglesia

Managua (Nicaragua) (AICA): El vicario general de la arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés, denunció la intimidación del régimen dictatorial de Daniel Ortega contra los fieles católicos a quienes la policía toma nota de la chapa patente de los automóviles de quienes sólo acuden a la misa en una parroquia.

El vicario general de la arquidiócesis de Managua, monseñor Carlos Avilés, denunció la intimidación del régimen dictatorial contra los fieles católicos: "La policía toma nota de la chapa patente de los autos de los fieles solo por el hecho de que van a misa en una parroquia, eso es ridículo. Pero la Iglesia ha tenido esta experiencia de persecución ya en los años 80. A pesar de esto, no nos detenemos en nuestro trabajo y nuestra misión, que es evangelizar y estar al lado del pueblo. Desde abril de 2018, cuando la gente salió pacíficamente para manifestar en protesta contra la reforma del Seguro Social y fue brutalmente reprimido por la dictadura, la Iglesia Católica se puso del lado de los más débiles".

Las declaraciones de monseñor Avilés están contenidas en un video compartido con la agencia Fides y difundido en las redes sociales, en el que se informa que hubo una queja oficial de la Iglesia sobre estos hechos, también publicada en los medios.

El video contiene una entrevista del periódico “La Prensa” de Nicaragua, donde el vicario general de la arquidiócesis describe la situación de la Iglesia: "Gracias a Dios, la Iglesia refleja cuánto vive la sociedad, cuánto vive el pueblo. No tenemos poder, ni militar, ni político, para enfrentar y luchar contra una represión gratuita solo por estar del lado del pueblo, o solo por denunciar los pedidos de justicia del pueblo".

El vicario Avilés concluye pidiendo a la Policía que detengan la persecución a la Iglesia y a sus fieles: "No podemos vivir en un ambiente de represión. Debemos vivir en un espíritu cristiano, en paz y armonía".

La situación en Nicaragua está en permanente tensión. Los intentos del gobierno de presentar un país pacífico y sereno a la prensa internacional, mientras los líderes sociales y campesinos son perseguidos, amenazados o incluso asesinados, son inútiles. Los empresarios ya no apoyan la política económica del gobierno, con consecuencias negativas inmediatas para el mercado internacional; la prensa nacional no puede informar sobre eventos diarios; los partidos de oposición se encuentran sin instrumentos políticos antes de las próximas elecciones.

Sin embargo, los testimonios de los jóvenes en muchas ciudades del país, a través de las redes sociales, confirman que una Nicaragua libre y unida no solo es posible, sino que será el resultado de cada pequeña contribución, según las palabras de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa: "El pueblo está enseñando una lección de unidad. Lo hace en la vida diaria, apostando a los grandes ideales para construir una nueva Nicaragua, una gran nación. Porque el pueblo hace una verdadera unidad".+

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