Esta mañana, según se informa en el comunicado “durante un registro ordenado por el Promotor de Justicia, Gian Piero Milano, y por el diputado Alessandro Diddi, se procedió a la incautación de documentos y equipos informáticos en la oficina y la casa de monseñor Alberto Perlasca, ex jefe de la Oficina Administrativa de la Primera Sección de la Secretaría de Estado”.
“Perlasca, nativo de Como en Italia, de 59 años, desde julio de 2019 promotor sustituto de justicia en el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, se convierte así en el sexto sospechoso en la investigación”, señala el texto.
“La disposición –continúa el comunicado de prensa- tomada en el contexto de la investigación sobre inversiones financieras y en el sector inmobiliario de la Secretaría de Estado, debe vincularse, aunque de conformidad con el principio de presunción de inocencia, a lo que surgió de los primeros interrogatorios de los funcionarios sospechosos y en el momento suspendido del servicio”.
“La Oficina del Promotor y el Cuerpo de Gendarmería - concluye la nota de la Sala de Prensa - continúan en las investigaciones administrativas-contables y en las actividades de cooperación con las autoridades de investigación extranjeras”.
La investigación, según señala VaticanNews, tiene como objetivo verificar la existencia de hipótesis de delitos como malversación de fondos, abuso de autoridad y corrupción. Como ya ocurrió al inicio de la iniciativa judicial, ha habido quejas derivadas de actividades ya realizadas por los organismos financieros y de control del Vaticano, el IOR y el auditor general.
Como se especifica en el comunicado de prensa, el principio de la presunción de inocencia se aplica a todos, incluso si la documentación examinada en los últimos meses parece reforzar los supuestos de la hipótesis acusatoria. Es posible que la investigación preliminar termine antes del verano romano.
Al abrir el año judicial en el Vaticano, el pasado sábado 15 de febrero, el Papa Francisco mencionó la investigación sobre la administración de fondos y propiedades (como la de Sloan Avenue en Londres), hablando de “situaciones financieras sospechosas, que más allá de cualquier naturaleza ilícita, son difíciles de conciliar con la naturaleza y los propósitos de la Iglesia, y han generado desorientación e inquietud en la comunidad de los fieles”.
“Un dato positivo - agregó el Papa - es que precisamente en este caso, los primeros informes comenzaron desde las autoridades internas del Vaticano, activas, aunque con diferentes habilidades en los sectores de economía y finanzas. Esto demuestra la efectividad y eficiencia de las acciones de aplicación de la ley, como lo requieren los estándares internacionales”. +
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