Con el estilo claro y directo que lo caracteriza, dijo: "Primero: no descalifique al otro; segundo: no lo critique de manera destructiva; tercero: no lo juzgue de una manera incorrecta; cuarto: respeta su dignidad (fama); quinto: respeta su privacidad, su integridad y su vida familiar; sexto: respeta las opiniones del otro; séptimo: reconoce que todos nos necesitamos mutuamente; octavo: siempre busque puntos de consenso; noveno: considere a Nicaragua como el mayor y principal bien común; décimo: supere el mal con el bien ".
Según señala la agencia vaticana Fides, Nicaragua vive una fuerte tensión por la falta de libertad y por la cantidad de presos políticos que hay en el país.
“La noticia de la liberación, el 13 de febrero, de ocho presos políticos por el régimen orteguista, ciertamente ha provocado satisfacción entre los grupos que piden la liberación de presos de conciencia, pero los miembros de las familias de los presos continúan exigiendo la liberación incondicional de todos los ciudadanos detenidos en los diversos centros penitenciarios del país”, señala.
La presidenta del Comité para la Liberación de Prisioneros Políticos, Brenda Gutiérrez, indicó a los medios de comunicación en Nicaragua que, si bien nadie debería ser agradecido por la libertad pues es un derecho, se debe agradecer la intervención del Nuncio Apostólico en Nicaragua, Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, en la situación de los presos.
Gutiérrez señaló que Mons. Sommertag es la única persona que ha logrado hacerse oír por el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
“Aunque la Gran Coalición de la oposición está preocupada por definir la reforma electoral en vista de las próximas elecciones, no podemos olvidar a quienes sufren injustamente en la cárcel”, indicó.
“Es una situación terrible. No hay libertad, parece que estamos secuestrados en nuestro propio país”, concluyó.+
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