Mons. Cardelli criticó las leyes que van contra el orden natural
Sostuvo que la democracia es el modo de conducirse como sociedad que busca el bien común, y planteó que las leyes justas son para los pueblos lo mismo que la defensa de los muros que impedían la entrada de los enemigos.
“¿Qué pasa cuando nuestras leyes no sólo no nos defienden, sino que invitan a los enemigos a entrar? Así, por ejemplo, ¡la ley del aborto ha perforado la muralla de la ciudad! Si es legal que la madre mate al hijo, ¿qué es lo que no puede hacerse?”, observó el prelado.
“Si la ley nos acostumbra al horror, si nos domestica en el mal, ¿hasta dónde llegaremos? La muerte repentina no es tal dado que se desencadena silenciosa y gradualmente hasta que logra su objetivo. Las perforaciones en la muralla son el último desafío del demonio para destruir la obra del Dios creador”, afirmó el obispo.
“Dios promete libertad, el demonio promete libre albedrío; al amor lo cambia por emociones; a la justicia la transforma en igualdad perfecta que anula toda diferencia”, sentenció.
Para monseñor Cardelli, la respuesta que resguardará la ciudad de los enemigos será “responder con la ley de Dios, que nos ubica a todos en el lugar desde donde debemos defender la ciudad: el bien común”.+
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