El primer hecho significativo tiene que ver con la catequesis: se plantea que la catequesis de iniciación debe renovarse y convertirse para la misión, para servir al objetivo de anunciar la buena noticia a las familias. El problema que se identificó mediante el diagnóstico diocesano fue la falta de compromiso de las familias con la catequesis. Entre las posibles causas se identifican la falta de conocimiento, de motivación y la falta de preparación de las familias y de los catequistas.
La falta de compromiso de los bautizados con la vivencia de la fe se manifiesta en la indiferencia ante las actividades de la parroquia, ausencia en las misas, falta de pertenencia en la comunidad, y la falta de valor a los sacramentos. Entre las causas de este problema pueden enumerarse, entre otros, el individualismo, la prescindencia de Dios, la falta de aprendizaje sobre los sacramentos, la ausencia de formadores y de misión.
Ante los problemas que más se reiteran en las familias (fragmentación, padres ausentes, falta de diálogo, abandono de la ancianidad), los indicadores son la falta de testimonio sobre los valores básicos, el hecho de que la familia ya no funcione como educadora, la ausencia afectiva de los padres, la búsqueda del consumo material. Entre las causas posibles de esas carencias se enumeran la falta de evangelización sobre el valor de la familia, la carencia de un testimonio de vida cristiano que aliente a las familias, el abandono de los ancianos, el materialismo.
En el caso de los jóvenes, el diagnóstico arrojó necesidades básicas insatisfechas, descomposición familiar y desintegración social por cercanía con la delincuencia y las adicciones. Lo que indica esta realidad es la falta de trabajo, la división entre grupos e instituciones, la falta de límites y exigencias, la ausencia de encuentros y diálogo. También preocupa el aumento en las adicciones y la ausencia de espacios de recreación juvenil. Entre las posibles causas de esta situación se encuentran la discriminación social, el individualismo, el vacío afectivo y la falta de proyectos.
La asamblea intentará buscar acciones concretas frente a los problemas que se identificaron en la comunidad, y de esa forma delinear un camino pastoral a seguir, que brinde alternativas y soluciones para el crecimiento social y espiritual. La convocatoria es impulsada por el obispo, monseñor Gustavo Zurbriggen, e invita a participar a todos los movimientos, grupos e instituciones de la Iglesia de Deán Funes.+
Publicar un comentario