Mons. Marino: “Más que nunca necesitamos escuchar y hacer lo que Jesús nos enseña”
A su llegada, la comunidad marplatense participó de la misa presidida por monseñor Marino, quien en su homilía se refirió al deterioro en la calidad de la convivencia, al olvido de los principios morales y a la ausencia del sentido trascendente de la vida, y se detuvo principalmente en “la crisis del matrimonio y la familia, y la sombra de leyes y protocolos que amenazan la vida por nacer”.
La palabra de la Iglesia sobre estos temas, afirmó el obispo, “puede despertar reacciones airadas y ataques a nuestras posturas, consideradas como un freno al progreso de la sociedad”. Pero son temas de los que la Iglesia, “por fidelidad a Jesucristo –sostuvo- no puede dejar de hablar”.
El prelado aseguró que Jesús nos consuela y no nos deja solos. “Aunque tiemblen los cimientos y se desplome el techo, en la intemperie o en medio de lágrimas, nuestra fe en Cristo y nuestro testimonio sobre Él permanecen inquebrantables”, insistió.
En su reflexión, monseñor Marino manifestó que, como patria, estamos necesitados de misericordia, y aseguró que, como María, “más que nunca necesitamos escuchar y hacer lo que Jesús nos enseña”, porque “Él es el rostro de la misericordia del Padre”.
En el corazón de María, “Reina y Madre de misericordia”, profetisa del amor misericordioso del Padre sobre la humanidad, el obispo depositó las necesidades del pueblo diocesano.
Esta edición de la peregrinación tuvo como lema “Madre, ayúdanos a ser testigos de la misericordia”, y fue el prólogo para los festejos del 60º aniversario de la diócesis de Mar del Plata, que se celebrará el 11 de febrero de 2017. Monseñor Marino dio gracias por los pastores y ministros de la Iglesia que la han gobernado, por los consagrados y los fieles laicos.
Para finalizar, el obispo recordó al cardenal Eduardo Pironio, segundo obispo de Mar del Plata, quien acudía a Luján “como un sediento va a la fuente de agua fresca”, y quiso que allí, en “la casa de María por excelencia”, descansaran sus restos. Monseñor Marino pidió por el avance de su causa en Roma, e invitó a los fieles a rezar por esa intención. “Que a todos alcance la protección maternal de la Madre de Dios, Santa María de Luján”, expresó, e impartió la bendición a presentes y ausentes.
Por la tarde, los marplatenses compartieron un rosario animado por los seminaristas diocesanos.+
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