Jóvenes monjes argentinos reviven el monasterio de El Pueyo, cuna de mártires



Barbastro (España) (AICA): Cerca de la ciudad de Barbastro está el santuario de Nuestra Señora del Pueyo, erigido en el siglo XII. En 1890 llegan al santuario los benedictinos que restauran el templo y construyen un imponente monasterio. En 1936, durante la persecución religiosa de España, los 18 monjes del santuario fueron cruelmente martirizados. En 2009 el obispo de Barbastro dio el cuidado del santuario al Instituto del Verbo Encarnado (IVE), una congregación argentina que, a comienzos de 2013 decidió constituir al monasterio en casa de formación para sus religiosos de vida contemplativa. Comenzó con 3 sacerdotes argentinos, a los que acaban de unírseles dos seminaristas tucumanos que recibirán el diaconado en noviembre, y para enero de 2014 se agregará un sacerdote cordobés. Ayer, domingo 27 de octubre, en una solemne ceremonia fueron entronizados los restos de los 18 mártires que fueron beatificados el 13 de octubre en Tarragona, junto con otros 504 mártires de la persecución religiosa en la España del siglo XX.

En el nordeste de España, en la aragonesa provincia de Huesca, a pocos kilómetros de los imponentes Pirineos, se encuentra la ciudad de Barbastro, y en sus cercanías se halla el santuario de Nuestra Señora del Pueyo.

Según una antigua tradición, el santuario fue erigido en honor de la Virgen María, que en el año 1101, siglo XII, poco después de la reconquista de estas tierras españolas de manos de los moros, se apareció a un humilde pastor, San Balandrán, pidiéndole que mandara avisar a las autoridades del pueblo que ella quería se le construyese un santuario en su honor en la cumbre del monte.


En 1890 los monjes benedictinos llegan al santuario, restauran el templo, construyen un imponente monasterio y propagan la devoción a María bajo la advocación de Nuestra Señora del Pueyo. Al mismo tiempo fundan un monasterio donde se formarían los monjes que habrían de ir a la misión que tenían en Australia y que había sido comenzada por la gesta evangelizadora del benedictino gallego Dom Rosendo Salvado.


En los meses de julio y agosto de 1936, en la sangrienta persecución religiosa desatada en España por los enemigos de la Iglesia durante la Guerra Civil Española, los 18 monjes benedictinos del santuario del Pueyo fueron encarcelados y cruelmente martirizados.


Al término de la guerra civil, el santuario fue nuevamente atendido primero por otros benedictinos y luego por los padres claretianos, hasta que en 2009 el obispo de Barbastro decidió dar el cuidado del santuario al Instituto del Verbo Encarnado (IVE), una congregación religiosa argentina.


A comienzos de este año 2013, el consejo general del IVE resolvió constituir al monasterio del Pueyo en una casa de formación para los religiosos de vida contemplativa, lo que significa que todos aquellos miembros del Instituto que quieran ingresar a la vida monástica iniciarán su experiencia como monjes en esta casa.


El monasterio del IVE en el Pueyo se inició con tres sacerdotes argentinos: el padre José Giunta, mendocino, superior del monasterio; el padre Emmanuel Ansaldi, rosarino, segundo hijo de una familia de 5 hermanos varones, todos religiosos; y el padre Juan Manuel del Corazón de Jesús Rossi, de Bella Vista, provincia de Buenos Aires, el mayor de 11 hermanos de los cuales 8 son religiosos. Es compañero de ordenación y ahora también de monasterio del padre Ansaldi.


A estos tres primeros monjes, acaban de unírseles dos seminaristas tucumanos que recibirán el diaconado en España en noviembre próximo: Ignacio Berretta de 33 años y José Ignacio de los Ángeles Berarducci de 26.


Está previsto que para enero de 2014 viaje también al Pueyo el diácono cordobés Tristán Gelonch, después de ser ordenado sacerdote en San Rafael, Mendoza, en diciembre de este año.


“Son estos -comentó a AICA el padre de uno de los seminaristas del IVE que se incorporó al monasterio-, los primeros de lo que se espera sea un gran movimiento de vocaciones argentinas, que con su entrega en la vida religiosa, quieren agradecer de algún modo aquel gran don que América recibió de la madre España cuando ella ofreció sus hijos para traer a estas tierras la fe cristiana a costa de tantos sacrificios y heroicas gestas”.


Entronización de los Mártires de Pueyo

Los 18 monjes mártires del monasterio de Pueyo fueron beatificados el 13 de octubre en Tarragona, junto con otros 504 mártires de la persecución religiosa en la España del siglo XX.


El domingo 27 de octubre, con la presencia del obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Alfonso Millán Sorribas, la comunidad del IVE procedió a la entronización de los mártires.


La celebración comenzó el sábado 26 por la tarde, a partir de las 18, con una procesión desde la explanada “Puerta del Sol” de Barbastro para llegar al monasterio de El Pueyo, donde se rezaron las vísperas.


Al día siguiente, domingo 27, el obispo de Barbastro presidió una celebración eucarística a las 12 en el monasterio Nuestra Señora del Pueyo, durante la cual fue consagrado el nuevo altar principal del Santuario, construido expresamente por los monjes del IVE, donde fueron solemnemente entronizados los restos de los 18 mártires.


Se colocaron también otros tantos cuadros con la fotografía de cada uno de los 18 monjes benedictinos beatificados el 13 de octubre. Posteriormente los cuadros serán sustituidos por 18 tallas de madera, de 1,30 metros de altura, realizadas en Ecuador y que por problemas en el transporte no llegaron a tiempo para la ceremonia.


Ahora esta casa es doblemente Santuario: “mariano” desde el siglo XII y “martirial” desde el domingo 13 de octubre de 2013.


Barbastro mártir

La ciudad de Barbastro desempeñó un heroico papel en la persecución religiosa desatada en los años 30. Es la ciudad que posee el porcentaje más alto de clero mártir entre todas las otras ciudades españolas, más del 80% de los sacerdotes de Barbastro murieron dando testimonio de su fe en Jesucristo con la entrega generosa de sus vidas.


Encabeza la lista el obispo, monseñor Florencio Asensio Barroso, que fue beatificado en 1977 por Juan Pablo II, seguido por 13 canónigos de la catedral, 114 sacerdotes diocesanos, 5 seminaristas, 51 misioneros claretianos (beatificados en 1994) y nueve religiosos escolapios.


El papa Juan Pablo II, profundamente conmovido por el testimonio de esta ciudad, no dudó en bautizarla “Barbastro, tierra de santos, tierra de mártires”.


El 13 de octubre, en la beatificación más grande efectuada en la historia de la Iglesia, junto con otros 500 mártires fueron proclamados beatos 20 mártires más de esta ciudad de Barbastro, dos sacerdotes y los 18 benedictinos de Pueyo.+



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