Rosario (Santa Fe) (AICA): Más de 400 referentes parroquiales y de movimientos y asociaciones laicales de la arquidiócesis de Rosario mantuvieron un encuentro durante el pasado lunes 14 en el marco de la Asamblea Arquidiocesana convocada por el arzobispo, monseñor José Luis Mollaghan. Se desarrolló con la finalidad de profundizar el llamado de la exhortación Verbum Domini sobre la animación bíblica de la vida pastoral.
Con más de 400 participantes, el encuentro se desarrolló con la finalidad de profundizar el llamado de la exhortación Verbum Domini sobre la animación bíblica de la vida pastoral , de tal manera que las diversas comunidades y toda la Iglesia local puedan responder a la invitación del sínodo a realizar un particular esfuerzo pastoral para resaltar el puesto central de la Palabra de Dios en la vida eclesial.
“El objetivo fue profundizar el llamado de la Iglesia e intercambiar ideas entre los participantes para lograr que las actividades habituales de las comunidades cristianas, las parroquias, las asociaciones y los movimientos, se interesen realmente por el encuentro personal con Cristo que se comunica en su Palabra en forma permanente”, consignaron desde el arzobispado.
Los asambleístas asistieron a exposiciones sobre la Palabra de Dios y el significado de la animación bíblica en la vida pastoral. Luego, participaron de una celebración eucarística presidida por el arzobispo. La tarea continuó en talleres organizados para ahondar el modo de llevar adelante el motivo de la jornada, en particular la Biblia, la catequesis, la vida pastoral, la misión y la pastoral social.
En su homilía, monseñor Mollaghan hizo mención a la primera lectura, en la que Pablo se presenta como siervo de Dios, llamado a ser apóstol, elegido para anunciar la Buena Noticia; y presenta también la finalidad de su misión que es anunciar la Palabra de Dios y buscar una respuesta entre los pueblos, provocar una respuesta de fe al mensaje del Evangelio.
El prelado exhortó tanto en la presentación de la asamblea como en la homilía de la misa a crecer en esta animación que nace de la Palabra de Dios, y pidió “toque el corazón” de la vida pastoral de cada parroquia y movimiento. En tal sentido, expresó: “Recordemos que los consejos pastorales son la forma principal de colaboración y diálogo, de participación, discernimiento pastoral y corresponsabilidad de los fieles con su párroco y los sacerdotes en toda la vida parroquial. No se puede prescindir de los consejos pastorales, para ayudar al párroco a tener una conocimiento lo más completo posible de la realidad y se pueda estar atento a los desafíos espirituales, evangelizadores de la sociedad, del barrio, y ser sensible a las angustias y esperanzas de sus gente compartiendo sus necesidades y, sobre todo, asumiendo una actitud de solidaridad con los pobres”.
“Para ello –continuó-, es necesario ante todo que tengamos personalmente y como comunidad un corazón de discípulos, que escuche y contemple la Palabra de Dios; y contemple con fervor a Jesucristo, principalmente en la Eucaristía; con el deseo de ser verdaderos creyentes de profunda fe, con una opción por el Evangelio, para dar testimonio con la propia vida”.
Los aportes de las diversos grupos organizados por decanatos y por responsables de movimientos y asociaciones laicales de la Junta arquidiocesana fueron recibidos al finalizar el encuentro y serán evaluados posteriormente a fin de continuar ahondando durante el año las diversas contribuciones, hasta el próximo encuentro arquidiocesano .
En la conclusión de la jornada, se destacaron algunos de dichos aportes: afianzar la comunión centrada en Jesucristo, iluminados por la Palabra de Dios y congregados cada domingo como día del Señor en la misa dominical, en la que experimentamos que la parroquia es casa de todos , fraternal y acogedora, donde somos conscientes de ser Pueblo de Dios.
Se valorizó la identidad de los consejos pastorales guiados por los párrocos y de los movimientos y asociaciones laicales, centrados en el encuentro vivo con Jesucristo como discípulos, para renovar y animar la vocación cristiana en la Iglesia por medio del anuncio de la Palabra de Dios, la misión y la caridad, fortaleciendo la oración y el conocimiento y formación de la Palabra de Dios.
Asimismo se destacó el amor a la Virgen y a los santos, y la profunda religiosidad popular, que con sus expresiones, enriquecidas por la Palabra de Dios, deben ser reconocidas y valoradas en la misión, signo de la presencia y acción del Espíritu Santo en el corazón de nuestra gente.
También se destacó en tal sentido la catequesis, en particular como un camino permanernte de formación, impregnada con el pensamiento, el espíritu y las actitudes evangélicas. Se mencionó con gratitud la presencia del papa Francisco en la Iglesia, y cómo su presencia y su enseñanza ha llegado a muchos corazones, y los ha acercado a la fe. Así como también, que este don lejos de dejarnos de brazos cruzados, debe acrecentar nuestra respuesta a su llamado.
Al finalizar la jornada se rezó a la Madre de Dios, agradeciendo por el Año de la Fe y pidiendo que transforme la vida individual, de las comunidades y la de la sociedad.+
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