El arzobispo de Rosario invitó a imitar a los padres de la Patria

Rosario (Santa Fe) (AICA): En el Monumento Nacional a la Bandera, este jueves 27 de febrero se conmemoró el día de la creación de del pabellón argentino. El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, recordó la búsqueda de la libertad, la justicia, el bien común y tantos otros valores que enarbolaron los padres de la Patria. Invitó a rezar para que Dios encienda el deseo “de convivir en paz, respetarnos y entendernos siempre mejor como argentinos”.

En el Monumento Nacional a la Bandera, este jueves 27 de febrero se conmemoró el día de la creación de del pabellón argentino, izado por primera vez en 1812, a la vera del río Paraná, por Manuel Belgrano. El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, tuvo a su cargo la invocación religiosa y la reflexión posterior.

Asistieron al acto el gobernador de la provincia de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y la intendenta de Rosario, Mónica Fein, entre otras autoridades provinciales y de la ciudad, del cuerpo consular, de las fuerzas militares y de seguridad, miembros de varias confesiones religiosas, excombatientes de Malvinas, abanderados de las escuelas, invitados y vecinos de la ciudad.

Después de izar la bandera en el mástil central de monumento y entonar el himno nacional, se realizó la reflexión e invocación religiosa de acción de gracias del arzobispo, quien recordó la búsqueda de la libertad, la justicia, el bien común y tantos otros valores que enarbolaron los padres de la Patria.

“La grandeza de Belgrano, se destacó por su visión, su heroísmo y su amor a la Patria; y también su fe cristiana y su confianza en Dios a quien no dejó de invocar, en su vida personal, y que en sus empresas engrandeció su gesta”, manifestó el prelado.

Monseñor Mollaghan convocó a renovar los valores del bien común “por la armonía y la seguridad, por el trabajo y la inclusión de todos, y por el bienestar de las familias”. El arzobispo habló de afianzar el sentido completo de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.

“Con una profunda visión integral de la vida, de la cultura y de la ciudad –indicó-, podemos encontrar su centro y su profundidad, desde donde se puede mirar la realidad en el conjunto de todos sus factores, discerniéndolos a la luz del Evangelio y dándoles a cada uno su sitio y su dimensión adecuada”. El prelado concluyó invitando a rezar para que Dios encienda el deseo “de convivir en paz, respetarnos y entendernos siempre mejor como argentinos”.+