Madrid (España) (AICA): El 2 de febrero concluyó en XIX Capítulo General de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María (Mallorca), convocado a raíz de la muerte inesperada del superior general, P. Pere Riera, que vivió en la Argentina de 1999 a 2011. Durante el Capítulo fue elegido superior general el P. Emilio Velasco Triviño, de España, y vicario general el P. Daniel Echeverría, de la Argentina, quien es actualmente superior de los Misioneros en la Argentina y fue por varios años secretario ejecutivo de la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar).
Los Misioneros capitulares evaluaron el último bienio de su vida y misión y eligieron el nuevo Equipo de Animación General. El padre Emilio Velasco Triviño, de España, fue elegido superior general y el padre Daniel E. Echeverría, de la Argentina, vicario general.
El padre Echeverría es actualmente superior de los Misioneros en la Argentina y trabajó durante varios años como secretario ejecutivo de la Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (Confar).
La Congregación
La Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y de María (Mallorca) M.SS.CC., fue fundada el 17 de agosto de 1890 en Randa, una pequeña localidad del municipio de Algaida, en la isla de Mallorca, España, por el venerable Joaquim Rosselló Ferrá.
Llegaron a la Argentina hace más de 70 años, en 1941, para hacerse cargo del Seminario Diocesano de Río Cuarto. Actualmente los Religiosos están presentes en tres diócesis del país: Buenos Aires, Viedma y San Justo y mantienen una presencia laical en la diócesis de Bariloche.
En la arquidiócesis de Buenos Aires están a cargo de la parroquia Jesús Salvador, en el barrio General Savio (Villa Lugano); en la diócesis de San Justo tienen una casa en el barrio 22 de enero, en la localidad de Ciudad Evita, del conurbano bonaerense, donde viven misioneros del teologado internacional y estudia un buen número de africanos. En la diócesis de Viedma (provincia de Río Negro) están en la localidad de Valcheta donde atienden la parroquia Virgen de Luján y un centro misionero “que exige mucha generosidad y sacrificio a quienes cuidan de él, porque el clima de la Patagonia es desapacible y el desierto parece no tener fin”.+
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