Comunicación en clave pastoral: una nueva mentalidad es necesaria

Se realizó en la capital cubana un seminario de comunicación para obispos de Centroamérica y el Caribe, organizado por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales (PCCS) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) para profundizar en una comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro. Durante las jornadas se trabajó sobre la espiritualidad de la comunión, y asuntos prácticos como los elementos de gestión, las formas de expresión adecuadas al contexto cultural actual y el manejo de crisis.

Las jornadas comenzaron cada día con la celebración de la Eucaristía, presidida por monseñor Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, tras la cual se abrían las sesiones de trabajo con charlas magistrales de distintos aspectos del fenómeno comunicativo. Estos espacios estuvieron a cargo del profesor Galo Pozo, del Ecuador.


El profesor Pozo invitó en varias ocasiones a abordar el complejo tema con un cambio de mentalidad, que lleve a mirar los problemas como oportunidades, las dificultades como opciones, las preocupaciones como ocupaciones, lo negativo como positivo, la inactividad como actividad y la no solución como solución.


Como recomendaciones para avanzar en esta dinámica de encuentro, el profesor Pozo sugirió ceder el paso, no retomar el pasado, aferrarse a pensamientos positivos y no caer en círculos viciosos, tomando decisiones que tengan foco hacia el futuro.


En el segundo día de exposiciones, el arzobispo Claudio María Celli pasó revista a diversas cifras sobre la realidad comunicativa que toca vivir en la actualidad. Mencionó la cantidad de personas que son consideradas “nativos digitales”, es decir, que nacieron durante o después de la revolución tecnológica y hacen de las nuevas tecnologías parte de su vida cotidiana. El presidente del PCCS afirmó que estos datos son relevantes en la dinámica pastoral y aseguró: “Nuestro problema no es cómo nos aproximamos a la realidad de hoy, sino cómo nos preparamos para los próximos años, cómo acompañamos este camino y nos preparamos pastoralmente”.


Tras revisar las tendencias en el consumo de medios por parte de las nuevas generaciones, monseñor Celli planteó que esta realidad plantea diversas preguntas a la Iglesia. Explicó el discernimiento que se hizo en el Vaticano en torno a la apertura de una cuenta en Twitter para el papa Benedicto XVI y explicó que son válidas las preguntas que se hacen, en distintas Iglesias particulares, acerca de las publicaciones católicas impresas y sus perspectivas.


Citando documentos del Magisterio, monseñor Celli afirmó que el desafío es “descubrir, con audacia y prudencia, las formas mas adecuadas y eficaces de comunicar el mensaje evangélico a los hombres de nuestro tiempo”, y aseveró que la dimensión primordial de la comunicación evangelizadora es el testimonio.


“Espiritualidad de comunión y conversión pastoral”, fue el tema que expuso a continuación monseñor Emilio Aranguren, obispo de Holguín (Cuba). Afirmó que una espiritualidad compartida y de comunión será fundamental para lograr la “verdadera travesía” del cambio que implica la conversión pastoral “sin que ninguna oveja se quede atrás”.


El obispo repasó algunos párrafos de la exhortación apostólica “Novo millennio ineunte”, del beato Juan Pablo II, y se detuvo en los diversos aspectos que integran la espiritualidad de comunión. Y luego, citando párrafos del discurso del papa Francisco a los participantes en el encuentro de coordinación del Celam, en julio de 2013 en Río de Janeiro, invitó a los obispos a compartir sobre los retos que cada uno debe asumir en su camino de conversión pastoral.


Los obispos participaron de un laboratorio llamado “Concebir, construir y transformar la realidad desde la comunicación”, facilitado por el profesor argentino Alberto Ivern. En esta charla, se recordó que la comunicación supone reciprocidad. Recordando modelos éticos y de amor para la humanidad, el charlista recordó que la Iglesia también puede “ser” noticia, siendo así coartífices de la construcción del Reino de Dios.


Más adelante, el periodista chileno Jaime Coiro, portavoz de la Conferencia Episcopal de su país, expuso sobre la comunicación en situación de crisis. A partir de aprendizajes de dolorosos episodios vividos en la Iglesia chilena, planteó que el abordaje de las situaciones críticas pone a la Iglesia frente al espejo de su misión.


Tras poner de relevancia la necesidad de abordar las crisis a partir de una profunda vivencia espiritual, profundizó en las distintas expresiones que el sello de la espiritualidad de comunión imprime en el manejo de la crisis, desde la cultura preventiva de crisis en la gestión ordinaria de la institución, hasta el abordaje de las situaciones de emergencia, pasando por la existencia de un comité de crisis, la construcción de relatos en un contexto de plena verdad, confianza y transparencia, el discernimiento de las decisiones, contenidos, estilos y géneros de la comunicación pública en situación de crisis, así como de las vocerías más pertinentes.


“Es aquí, en medio de la crisis, cuando se pone en juego la coherencia de la Iglesia con su identidad y misión. No basta con unos prestigiosos consultores para manejar una crisis en la Iglesia, llamada especialmente en estos casos a mostrarse discípula del perfecto comunicador, experta en humanidad, diáfana y transparente, cercana y misericordiosa”, sostuvo el portavoz episcopal en Chile.


El tercer día, monseñor Claudio María Celli, abordó los desafíos de un nuevo anuncio en la sociedad digital. Recordó que el magisterio de la comunicación ha pasado de una visión instrumental de los medios de comunicación a una visión ambiental: los medios crean un ambiente de vida, el continente digital, donde viven cientos de millones de personas. “Yo no empleo Internet para evangelizar, sino que evangelizo en Internet, habitando Internet. Esto supone un cambio cultural de visión”, subrayó monseñor Celli.


Citando palabras de Benedicto XVI en un encuentro con el mundo de la cultura en Portugal, el presidente del PCCS sostuvo que la Iglesia está aprendiendo respetuosamente a dialogar con la verdad de los otros. Y siguiendo a Francisco, se detuvo en la eclesiología del peregrinaje y acompañamiento: “Hace falta una Iglesia capaz de acompañar, de ir más allá del mero escuchar, una Iglesia que se pone en el camino junto a las personas. El caminar de la Iglesia es un caminar de peregrinos, por eso la relevancia de ir al encuentro”.


Destacando que no hay momento en la vida de la Iglesia que no sea comunicación, subrayó la importancia de comprender este proceso como una “diaconía de la cultura en el continente digital”. Al respecto, el presidente del PCCS profundizó en algunos conceptos que el Papa ha subrayado en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales: la comunicación es, en definitiva, una conquista más humana que tecnológica, y el poder de la comunicación es su proximidad, vista desde la perspectiva de la parábola del Buen Samaritano.


“No basta con estar conectados, es necesario que la conexión vaya acompañada de un verdadero encuentro. Necesitamos ternura. Nuestros medios son invitados a comunicar la ternura de Dios para las personas. No somos una red de cables, sino de personas humanas”, enfatizó monseñor Celli.


El representante vaticano concluyó afirmando que 60 millones de personas reciben los tweets del Papa: “Eso significa entrar en diálogo, acompañar el camino de los seres humanos; una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos, sin exclusiones”.


En la continuidad del tema “Espiritualidad de comunión y conversión pastoral”, monseñor Emilio Aranguren, obispo de Holguín (Cuba), expuso a partir de los múltiples momentos en que Jesús en el Evangelio entró en “contacto-encuentro” para que las personas fueran tenidas en cuenta, incorporadas, próximas.


“La evangelización, por tanto, es hacer que la Buena Noticia de Jesucristo vaya suscitando el encuentro entre las personas en comunión de vida y de fe”, añadió monseñor Aranguren. Citando al cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz, afirmó que el encuentro genera la comunión y el desencuentro pide la conversión.


Añadió el obispo de Holguín que la conversión pastoral nos permite ponernos en camino para superar todo lo que no nos deja permanecer unidos: superar las rupturas y distanciamientos, la aridez, infecundidad, soledad, cansancio, aislamiento, facilismo, es decir, todos los desencuentros.


Tras la exposición de monseñor Aranguren, hubo un interesante coloquio a partir de las intervenciones del día. Las instancias formativas en comunicación para obispos y futuros sacerdotes fue una de las materias dialogadas. También las decisiones eclesiales sobre los medios propios de comunicación, su identidad y perfilamiento, y los servicios que el PCCS y el Celam podrían contribuir para profundizar las temáticas del seminario en las conferencias episcopales de la región.


En la última sesión del laboratorio sobre transformación de la realidad, el profesor Ivern dirigió diversos ejercicios sobre concepción de realidad, encuentro y comunicación interpersonal, y construcción de relatos desde la identidad “corresponsales de la esperanza”.


“La comunicación cristiana no consiste en decir cada dos minutos la palabra ‘Cristo’, sino en concebir la realidad que comunicamos al modo en que el Señor la concebía”, concluyó el expositor argentino. Posteriormente, se presentaron dos iniciativas de redes comunicativas promovidas por el PCCS y el Celam: la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL), expuesta por Sergio Lázaro, de RIIAL Cuba, y Jaime Coiro, a partir de la realidad en Chile; y Episcopo.net, presentada por la secretaria ejecutiva del departamento de Comunicación y Prensa del CELAM, Susana Nuin.+



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