Mons. Ñáñez pidió compromiso para reconstruir los vínculos fraternales
Córdoba (AICA): El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos José Ñáñez, envió un mensaje a los fieles de Córdoba en ocasión de la Cuaresma con el que propuso asumir el desafío de “construir y reconstruir los vínculos fraternales a partir de lo que intentamos cada día en nuestras familias”. El prelado indicó además que la oración, el ayuno y la limosna, propias de este tiempo litúrgico, deben colaborar a dejar todo lo superfluo, abrazar la austeridad y ser estímulo para la solidaridad.
El prelado recordó el lema pastoral para 2014, que propone a los cordobeses «Mirarnos como hermanos», y en este sentido, recordó palabras del papa Francisco sobre la fraternidad: “La viva conciencia de este carácter relacional nos lleva a ver y a tratar cada persona como una verdadera hermana y un verdadero hermano; sin ella, es imposible la construcción de una sociedad justa, de una paz estable y duradera”.
Monseñor Ñáñez indicó que la fraternidad “marca un desafío” para el país y en particular para Córdoba, que a fines del año pasado “vivió momentos dolorosos de ruptura de la amistad social”. Asimismo, llamó a intensificar la oración en los día de Cuaresma para pedir confiadamente al Señor “estar a la altura del desafío de construir y reconstruir los vínculos fraternales a partir de lo que intentamos cada día en nuestras familias”.
El arzobispo cordobés recordó que el Santo Padre también invitó a contemplar la pobreza en la que se movió Jesús en su vida terrenal: “Estamos invitados a vivir en la sobriedad, más aún, en una exigente austeridad que nos devuelva la libertad interior frente a los insistentes reclamos de una mentalidad consumista y materialista y que abra nuestros corazones a la solidaridad”.
Monseñor Ñáñez indicó que la oración, el ayuno y la limosna, propias de este tiempo litúrgico, deben colaborar a dejar todo lo superfluo, abrazar la austeridad y ser estímulo para la solidaridad.
“Deseándoles para esta cuaresma un encuentro hondo con el Señor, que se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza, y que nos renueva y enriquece con la gracia de la fraternidad, los saludo muy cordialmente encomendándolos en mi oración y pidiéndoles que me acompañen con la suya”, concluyó el arzobispo.+
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