Ciudad del Vaticano (AICA): El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, informó este viernes sobre el desarrollo de la segunda sesión del consistorio extraordinario sobre la familia, del que participan unos 150 cardenales. Indicó que entre los temas abordados se destaca la concepción de la familia según la perspectiva antropológica cristiana y su valoración en el contexto de la cultura secularizada que posee una diferente concepción de la familia, de la sexualidad y de la persona y en la que el enfoque cristiano se encuentra a veces en dificultad. También se trató el problema de los divorciados que se han vuelto a casar desde el punto de vista jurídico canónico y se habló de los procedimientos de nulidad para mejorarlos y simplificarlos.
En este marco, el Papa anunció el nombre de los tres presidentes del Sínodo sobre la Familia: los cardenales André Vingt Trois, arzobispo de París (Francia), Luis Antonio G. Tagle, arzobispo de Manila (Filipinas) y Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil). Tres representantes de tres continentes.
Unas 43 intervenciones se escucharon entre la tarde de ayer y la mañana de hoy, y está previsto que prosigan porque hay muchos purpurados inscritos para hablar. “No sabemos si podrán hacerlo todos -precisó Lombardi-. Algunos darán su contribución por escrito, para que se incorpore a las actas y pueda ser útil para la reflexión común de cara al Sínodo”.
Entre los temas abordados destaca la concepción de la familia según la perspectiva antropológica cristiana y su valoración en el contexto de la cultura secularizada que posee una concepción distinta de la familia, de la sexualidad y de la persona y en la que el enfoque cristiano se encuentra a veces en dificultad.
“La reflexión no se ha desarrollado en un clima de lamentaciones -aclaró Lombardi- sino de realismo, de constatar la dificultad cristiana en una cultura que va, prevalentemente, en otra dirección”.
Asimismo, indicó que se citó varias veces la “Teología del cuerpo” enunciada por Juan Pablo II, así como la encíclica “Familiaris consortio”, y el Catecismo de la Iglesia Católica”. Otra cuestión fue la pastoral de la familia en diversos ámbitos, insistiendo sobre todo, en la preparación al matrimonio y en la espiritualidad conyugal y familiar.
También se trató el problema de los divorciados que se han vuelto a casar desde el punto de vista jurídico canónico y se habló de los procedimientos de nulidad para mejorarlos y simplificarlos.
“Sobre la admisión a los sacramentos de los divorciados que se han vuelto a casar las intervenciones han sido amplias y profundas, aunque no haya habido ni decisiones ni pronunciamientos al respecto”, puntualizó.
“Aquí tampoco el clima ha sido de tensión o de ansiedad, sino muy positivo, de discernimiento, de búsqueda conjunta del camino para conjugar lo mejor posible la fidelidad a las palabras de Jesús con la misericordia divina y la atención a las situaciones concretas, siempre con gran sensibilidad”, subrayó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El padre Lombardi reiteró que si bien no haya que esperar del consistorio una orientación unitaria, si hubo una introducción alentadora a la tarea del Sínodo, que si trabaja con esta amplitud de horizontes, estará en buen camino para progresar en la respuesta pastoral de la Iglesia a las esperanzas, muy sentidas, en este ámbito.
Por último, los cardenales debatieron sobre contextos específicos de la pastoral familiar, como la emigración o la ignorancia religiosa.+
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