Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA): La catedral de los Santos Pedro y Cecilia es el escenario elegido por la Iglesia en Mar del Plata para dedicar “24 horas al Señor”, en consonancia con la invitación del Santo Padre para el próximo viernes 28 de marzo. Diversos grupos y movimientos de la Iglesia se harán presente durante las 24 horas para animar la oración, la adoración y la reconciliación. La catedral contará con servicio de seguridad, sanitarios y refrigerio para los horarios de la noche y de la madrugada.
El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, convocó a esta jornada propuesta por el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, que tiene como finalidad que al menos un templo de la diócesis esté abierto las 24 horas para permitir a todos los que quieran acercarse a la confesión y a la adoración eucarística.
El obispado informó que diversos grupos y movimientos de la Iglesia se harán presente durante las 24 horas para animar la oración, la adoración y la reconciliación. La catedral contará con servicio de seguridad, sanitarios y refrigerio para los horarios de la noche y de la madrugada.
Según la carta firmada por el presidente del dicasterio, el arzobispo Rino Fisichella, la propuesta "se dirige a toda la Iglesia, con la intención de ser capaz de crear una tradición que se repita anualmente el cuarto domingo de Cuaresma".
"La nueva evangelización tiene entre sus tareas, que se vuelve cada vez más central, el sacramento de la reconciliación. Por esta razón, se propone hacer la mayor parte de la cuaresma como particularmente adaptado a vivir la experiencia de evangelización a la luz de la confesión", escribió monseñor Fisichella.
Esta jornada comenzará en Roma a las 17 del viernes 28, cuando Francisco presida una solemne liturgia penitencial en la basílica de San Pedro, durante la cual él mismo confesará a algunas personas.
La iniciativa nació en la revaloración que ha tenido el sacramento de la reconciliación tras el sínodo extraordinario para la Nueva Evangelización. "Hemos pensado que quizá es útil en el período de cuaresma ofrecer un momento para la reconciliación con Dios y consigo mismo", observó monseñor Fisichella.+
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