Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA): Referentes eclesiales de las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego se congregaron en la sede del obispado local para trabajar en pos de una mejor atención pastoral y mayor prevención de la drogadependencia. Los especialistas hablaron sobre la prevención, el tratamiento de las personas adultas, las propuestas asistenciales, las raíces espirituales de esta tarea pastoral, entre otros temas. La invitación está abierta al público en general.
Los especialistas hablaron sobre la prevención, el tratamiento de las personas adultas, las propuestas asistenciales, las raíces espirituales de esta tarea pastoral, entre otros temas. La invitación está abierta al público en general.
El padre Fernando Cervera SJ, licenciado en Filosofía y Teología y magister en Psicoanálisis, miembro de la comisión de Pastoral de Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina; hizo hincapié en la mentalidad puesta en el consumismo que prima en la cultura actual. En este sentido, aseguró que “si dejamos avanzar esa mentalidad, estaremos vacíos interiormente, lo cual es la muerte más dura”.
Ante esta realidad, el sacerdote aseguró la Iglesia debe hacerse presente para comenzar a resolver esta compleja situación las diferentes instituciones sociales, educativas, deportivas, las cuales “deben dar nuevas respuestas”. Asimismo, agregó que la propuesta eclesial pone énfasis en la “prevención, acompañamiento y denuncia” de la realidad de la droga en el país.
El padre Cervera definió que las adicciones son como "un lazo que crea dependencia y adrenalina”. Sin embargo, no limitó el tema únicamente a las drogas, sino que habló de una sociedad adicta al juego, a Internet y a las tecnologías, afirmando que estamos viviendo en el medio de una “mentalidad abusiva”, por lo cual aseguró que lo fundamental es “trabajar en la base de la sociedad. Como Iglesia tenemos que priorizar a los sectores que no tienen posibilidad de nada”.
En la segunda etapa del encuentro, disertó el padre Carlos Olivero, sacerdote de la arquidiócesis de Buenos Aires, magíster en Prevención y Asistencia de la Drogadependencia, miembro coordinador del Hogar de Cristo, de las villas 21-24 y Zabaleta, y director del centro barrial San Alberto Hurtado.
El presbítero explicó cómo desde la Iglesia se ocupan del problema de la drogadicción: “Nosotros trabajamos con usuarios de paco y vivimos en la villa, un territorio donde se comercializan drogas de manera muy fácil. La droga ocupa ese vacío de las relaciones, y como no hay lazos fuertes en la sociedad, ahí entra la droga. De esta manera, el adicto no puede sostener su vida, su trabajo y queda aislado”.
El sacerdote porteño expresó que la labor que se realiza desde las instituciones para paliar este flagelo se hace en forma aislada generalmente, y nunca de manera conjunta, por lo cual a lo que apunta la Iglesia es a “mirar la integralidad de la persona”. Hizo un fuerte hincapié en que “todo lo que se haga debe mirar al adicto pero, fundamentalmente, a la comunidad, para que esta “lo abrace” luego de su recuperación. “Los usuarios de drogas que acompañamos es una comunidad que grita” por ayuda, concluyó.+
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