Mons. Ojea marca los puntos clave del primer año del pontificado de Francisco
San Isidro (Buenos Aires) (AICA): El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, aseguró que la insistencia en la cultura del encuentro, la necesidad de una Iglesia de puertas abiertas, la importancia de la misericordia de Dios y la clara opción por los más pobres, son los puntos centrales del primer año del pontificado de Francisco. El prelado subrayó que se trató de “un año bendito, providencial para la Iglesia” y rogó: “Que Dios te bendiga papa Francisco, rezamos por vos como nos pedís en cada carta, en cada mensaje y nos comprometemos a buscar una entrega más radical a Jesús en la alegría del Evangelio”.
“De allí la insistencia del Papa a salir de nosotros mismos, a perder los miedos, a animarnos a compartir, a animarnos a dar aquello que es propiamente nuestro y a escuchar desde la pluralidad lo que viene del otro. Acostumbrarnos a vivir en un mundo plural, sin perder nuestra identidad pero al mismo tiempo con mucha flexibilidad para escuchar y recibir las distintas sensibilidades, lenguajes, pensamientos. Esto ha sido central en el pensamiento del Papa, buscar la comunión en la pluralidad dentro de lo que él ha llamado la cultura del encuentro”, subrayó al presidir una misa por la solemnidad de San José, que coincide con el aniversario del inicio del ministerio petrino de Jorge Bergoglio.
En la homilía de la misa en la catedral local, el prelado indicó que otro punto en el que el Papa insiste es en la necesidad de “una Iglesia de puertas abiertas, una Iglesia misionera, una Iglesia que no misione de cualquier modo sino que no pierda la alegría de vivir el mensaje evangélico de ser evangelizada ella misma y de transmitir esa alegría a los demás” y recordó que “la alegría es central en la misión”.
“Este punto misionero de la alegría, yo diría que es central también la predicación del Papa. Sus frases ‘hagan lío’ o ‘no tengan miedo’ están ligadas a esta alegría que es propiamente misionera”, precisó.
Monseñor Ojea consideró que el tercer punto central en la predicación del Santo Padre es “la insistencia en la misericordia de Dios. Una Iglesia misericordiosa es una Iglesia que se abre a la pobreza del hombre. Una Iglesia que quiere estar cerca de las heridas y de las lastimaduras de nuestros hermanos. Una Iglesia que quiere recibir a todos y especialmente a aquellos que se encuentran con mayores dificultades. Creo que la insistencia en la misericordia ha sido clave en este año de pontificado del Papa”.
Asimismo, valoró la “clara opción por los hermanos más pobres” como otro de los puntos altos del pontificado, al recordar que “la frase a los periodistas ‘cómo quisiera una iglesia pobre para los pobres’ refleja esta inquietud del Santo Padre en que la Iglesia se haga pobre de verdad para poder acompañar al pueblo pobre en su camino de peregrinación hacia la casa del Padre. Esta búsqueda de una pobreza auténtica, de una pobreza que no solamente sea austeridad personal sino que sea entrega total y amor preferencial a aquellos que están más cerca del corazón de Cristo”.
Tras considerar que fue “un año bendito, providencial para la Iglesia”, estimó positivo que Francisco se haya convertido también en “un referente para muchos hermanos nuestros no católicos, hermanos que compartimos la misma fe en Cristo, hermanos que adoramos al mismo Dios, como los hermanos judíos, o como los hermanos musulmanes”.
“Una persona que la necesitamos y que después de este año le pedimos al Señor que le de mucha salud y mucha fuerza para poder estar con nosotros presidiendo como pastor a la Iglesia de Jesucristo y trabajando por cada uno de los hermanos, especialmente por los más pobres. Que Dios te bendiga papa Francisco, rezamos por vos como nos pedís en cada carta, en cada mensaje y nos comprometemos a buscar una entrega más radical a Jesús en la alegría del Evangelio”, concluyó.+
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