Buenos Aires (AICA): La Comisión Sede del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) se reunió los días 15 y 16 de marzo en la sede nacional con los delegados de las zonas eclesiásticas del país. En ese marco, se evaluó el grado de cumplimiento de los objetivos del trienio en su último tramo, se discutieron temas de interés de los delegados y se organizaron las tareas preparatorias para el XXXVIII Encuentro nacional y la XVII Junta de Presidentes del MFC, que se llevarán a cabo en forma simultánea en octubre en la localidad cordobesa de Villa Giardino.
En ese marco, se evaluó el grado de cumplimiento de los objetivos del trienio en su último tramo, se discutieron temas de interés de los delegados y se organizaron las tareas preparatorias para el XXXVIII Encuentro nacional y la XVII Junta de Presidentes del MFC, que se llevarán a cabo en forma simultánea en octubre en la localidad cordobesa de Villa Giardino.
Asimismo, se puso a consideración la posible lista de oradores de las Jornadas de Actualización Pastoral, se consideraron las áreas de Formación, Comunicación, Promoción y Secretaría, además de la Tesorería.
Los participantes de la reunión acordaron el contenido de la tercera circular relativa al Encuentro Nacional de Jóvenes, que se realizará en mayo en la ciudad mendocina de San Rafael; se concentraron actividades con la Fundación MFC y se consensuaron fechas, lugares y asistentes de los encuentros zonales y se intercambiaron ideas sobre la sucesión de la próxima Comisión Directiva Nacional (CDN).
También se decidió redactar una oración preparatoria a la Asamblea Nacional y al Sínodo de la Familia.
Al cierre de su reunión, la Comisión Directiva Nacional, alentó a “transmitir ‘la alegría que se renueva y comunica’ a un mundo descreído y a una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro”.
Motivados por la exhortación apostólica “Evangelii Gaudium”, la primera del papa Francisco, llamó a “renovar el encuentro personal con Jesucristo o a dejarse encontrar por El: su sabiduría nos ofrece una luz y una fuerza con las que es posible comenzar un proyecto estable de matrimonio y familia, y concretar el anhelo de amor y felicidad perdurables”.
Por último, el MFC convocó a “buscar y dar sentido a la ‘dulce alegría de evangelizar’, trabajar para ser ‘una eterna novedad’ al ser renovados por Cristo muerto y resucitado”.+
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