“Estas son los mártires de hoy, y no son portada de los periódicos. No son noticia. Estos dan su sangre por la Iglesia. Son víctimas del ataque de esos que las han matado y también de la indiferencia, de esta globalización de la indiferencia, que no importa”, advirtió y pidió: “Madre Teresa acompañe en el paraíso a estas hijas suyas mártires de la caridad, e interceda por la paz y el sagrado respeto de la vida humana”.
El pontífice sostuvo que “como signo concreto de compromiso por la paz y la vida quisiera citar y expresar admiración por la iniciativa de los pasillos humanitarios para los refugiados, iniciada recientemente en Italia” y destacó que “este proyecto piloto, que une la solidaridad y la seguridad, consiente ayudar a personas que huyen de la guerra y de la violencia, como los cien de refugiados ya trasladados en Italia, entre los cuales niños enfermos, personas discapacitadas, viudas de guerra con hijos y ancianos”.
“Me alegro también porque esta iniciativa es ecuménica, siendo sostenida por la Comunidad de San Egidio, Federaciones de las Iglesias Evangélicas Italianas, Iglesias Valdenses y Metodistas”, valoró.
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