“Estamos hoy aquí celebrando y dando gracias a Dios por este hecho histórico de esta universidad, esta comunidad de estudiantes y profesores”, dijo el obispo. Monseñor Laxague comentó el Evangelio en que varios leprosos fueron curados por Jesús y uno solo volvió a dar gracias.
Expresó que gratitud es amor y observó que a veces decimos gracias por compromiso, por costumbre, pero cuando uno dice gracias de corazón es porque lo siente. Señalando que representa a toda la diócesis, dijo: “Quiero expresar mi gratitud por todo lo que se hizo, por lo que se está haciendo y animarlos a seguir”.
La Universidad Austral fue fundada en 1991 por la Asociación Civil de Estudios Superiores (ACES), que en 1978 había iniciado en la ciudad de Buenos Aires la escuela de negocios IAE. En 1998 el IAE se estableció en un campus de 97 hectáreas en Pilar, donde en 2000 se abrió el Hospital Universitario Austral y se fueron instalando luego varias facultades y centros de investigación. Hay otras sedes en la ciudad de Buenos Aires y en Rosario. Austral cuenta hoy con 5.367 alumnos en carreras de grado y de posgrado, a la vez que paralelamente, cada año unos 10.000 participantes asisten a otros programas reconocidos por la Comisión Nacional de Evaluación Universitaria (CONEAU).
El papa Francisco y el prelado del Opus Dei
El vicario del Opus Dei en la Argentina, presbítero Víctor Urrestarazu, recordó que en ese campus, que tiene pocos años de vida, estuvo el papa Francisco, siendo arzobispo de Buenos Aires, visitando enfermos en el hospital universitario, y que estuvo también el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, que “nos acompañó, nos impulsó y nos sigue acompañando”. Indicó que los sueños que tuvo en los años 60 San Josemaría Escrivá, el fundador del Opus Dei, se han hecho realidad y reflexionó sobre cuántos chicos y chicas se han acercado a Dios, a los sacramentos, han retomado o han fortalecido su vida cristiana. “Hay mucho hecho y mucho por hacer, en primer lugar en nuestras propias almas –dijo-; y seguir expandiendo esta magnífica labor educativa, asistencial, social”.
Concelebraron la misa varios sacerdotes que son o han sido capellanes en la Universidad: Jorge Palma, Fernando Miguens, Mariano Feliú y Marcos Gaviola, en tanto ofició de maestro de ceremonias el presbítero Luis Caballero.
Luego hubo un acto académico en que el rector, doctor Fernando Fragueiro, reseñó los primeros pasos de la Universidad en Buenos Aires y en Rosario y agradeció la presencia del obispo de Zárate-Campana: “Le agradezco sus palabras, el afecto, y espero que sea ésta la primera de muchas visitas”.
“Soñad y os quedaréis cortos”
Luego el doctor José Luis Gómez-López Egea, que fue rector de la Universidad, señaló que San Josemaría Escrivá tuvo un sueño en los años 60 y hace ya cincuenta años, en 1966, alentó a los pocos miembros del Opus Dei que entonces había acá a poner en marcha una institución universitaria. Recordó que él decía. “Soñad y os quedaréis cortos”. El orador consideró que el trabajo en equipo, viendo las virtudes antes que los defectos de los demás, consigue realidades superadoras, muy por encima de los sueños más altos.
“Confieso que he vivido un sueño hecho realidad”, dijo a su vez el doctor Roberto Bosca, primer decano de la Facultad de Derecho, que evocó los modestos comienzos de lo que parecía imposible y leyó trozos de cartas de esa época de los primeros docentes y alumnos.
En el acto, el rector Fragueiro entregó reconocimientos a profesores que cumplieron 25 años en la casa: Pedro Luis Barcia, Luciano Elizalde, Damián Fernández Pedemonte, Roberto Bosca, Osvaldo Gómez Leo, Alfonso Santiago, Gabriela Fabbro, Alejandro Uslenghi, Fernando Toller, Cristina Fernández Cronenbold, María Elena Vigliani de La Rosa y Juan Ángel Confalonieri, y a Silvia Malbrán, empleada administrativa desde el principio. Luego acompañó al obispo en una recorrida por la casa de estudios. (Jorge Rouillon)
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