Último adiós a monseñor Blanchoud: “Servir incansablemente, ese fue su mandato”
La misa de exequias en la catedral-basílica Señor del Milagro y Virgen del Milagro fue presidida por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, y concelebrada por el cardenal Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán, y otros ocho obispos y más de 20 sacerdotes.
"Servir incansablemente. Ese fue su mandato", destacó monseñor Cargnello.
El prelado aseguró que monseñor Blanchoud "le dio la mano a quien lo necesitó, y pese a haberse retirado de sus tareas en Salta -a causa de su edad- nunca dejó de lado su servicio episcopal".
Monseñor Cargnello detalló la labor pastoral de su antecesor y recordó que trabajaron juntos desde agosto de 1998 a septiembre de 1999, antes de su retiro.
Durante la Eucaristía, se leyó una carta de condolencias enviada por el papa Francisco a través del nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig.
Al final de la misa, y con el acompañamiento del aplauso de quienes lo conocieron, el cuerpo de monseñor Blanchoud fue llevado hacia el Panteón de las Glorias del Norte, donde permanecerá hasta su sepultura final, en los próximos días, a los pies del Señor del Milagro.
Monseñor Blanchoud pidió expresamente ser sepultado en Salta, a los pies de su Patrono.
Las obras de acondicionamiento de la base del altar del Señor del Milagro, donde finalmente serán depositados los restos de monseñor Blanchoud, obligaron a retirar los restos de monseñor José Roberto Tavella y colocarlos en forma provisoria en el Panteón.
El cuerpo de monseñor Blanchoud había sido traído de la ciudad de Santa Fe, donde residía el prelado fallecido, y acompañado por una comitiva encabezada por monseñor Cargnello.+
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