Mons. Lozano destacó la “experiencia vital” de los trabajadores del campo

Mons. Lozano destacó la “experiencia vital” de los trabajadores del campo

Gualeguaychú (Entre Ríos) (AICA): El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, destacó que “muchos pequeños o medianos productores cotidianamente renuevan su compromiso con la tierra y el trabajo. Sus estilos de vida y de consumo son amigables con el ambiente”. No obstante, advirtió que “cuando las políticas públicas no cuidan el trabajo en el campo, empujan a los pobladores a desarraigarse y engrosar los cordones de pobreza de las grandes ciudades”. “En muchos casos se tiran por la borda decenas de años de cultura del trabajo. Y después nos quejamos”, cuestionó.
El obispo de Gualeguaychú, monseñor Jorge Lozano, destacó que “muchos pequeños o medianos productores cotidianamente renuevan su compromiso con la tierra y el trabajo. Sus estilos de vida y de consumo son amigables con el ambiente. Sin caer en miradas ingenuas o naif, fomentan relaciones de cercanía con sus vecinos”.

“En una recorrida por el norte del país he sido testigo con dolor de cómo ese clima de buena vecindad se pone en riesgo por el afán de lucro, sin tener en cuenta cómo algunas prácticas ‘beneficiosas’ (lucrativas) para uno, perjudican a sus vecinos. Es así hay quienes fumigan sin respetar las normas, sin considerar la dirección del viento, ni tener en cuenta los daños que provocan a la salud de las personas y a la supervivencia de animales o plantaciones”, cuestionó.

El prelado aseguró, en cambio, que “en los estilos de agricultura familiar se promueve la cultura del trabajo, se vincula la actividad cotidiana con la tierra, la preocupación por su cuidado”, e indicó que “de esta actividad participan comunidades aborígenes, criollos, migrantes en varios lugares del país”.

“Cuando las políticas públicas no cuidan el trabajo en el campo, empujan a los pobladores a desarraigarse y engrosar los cordones de pobreza de las grandes ciudades. En muchos casos se tiran por la borda decenas de años de cultura del trabajo. Y después nos quejamos”, advirtió.

El obispo gualeguaychense recordó que este domingo se celebra el día de los hombres y mujeres que trabajan en el campo, en memoria de San Isidro Labrador, quien fue un trabajador del campo, y su esposa, Santa María de la Cabeza, mujer de hogar.

Monseñor Lozano afirmó que “por su experiencia vital, la gente ligada al campo sabe muy bien que los ‘procesos de maduración’ requieren ciertas condiciones para desarrollarse y producir buenos frutos: trabajo; perseverancia; cuidadoso y, podríamos decir incluso, un amoroso respeto del tiempo necesario para cada especie; paciencia; una porfiada esperanza que invita a levantarse cada vez, a mirar más lejos, a confiar en la promesa que encierra cada semilla de generar lo que necesitamos para saciar el hambre”.

“Casi las mismas condiciones que se requieren para pasar de usufructuarios de un bien o una situación (estoy aquí en tanto me resulte útil) a constructores responsables del presente y el futuro (miembros de un pueblo)”, agregó.

Por último, monseñor Lozano consideró que “poseer esa experiencia vital, ganada con sudor pero también recibida como donación de generaciones anteriores y sostenida con el aporte de toda la sociedad, compromete a la gente ligada al campo a compartirla, poniéndola a disposición de todos los que deseamos y trabajamos para encontrarnos cada día más hermanados en la aspiración de construir nuestra historia como Pueblo”.+

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