Mons. Martínez alertó sobre el drama de los desnutridos: “Quedan marcados para toda la vida”
El prelado expresó también su preocupación por la pobreza intelectual, pero “aún más por la pobreza, pobreza” y alertó que “tenemos muchos jóvenes y niños que se encuentran desnutridos y, esto no se revierte más. Es decir que quedan, ‘marcados’ para toda la vida. La pobreza los quita de la sociedad en forma salvaje. Un joven desnutrido queda separado de la sociedad para siempre”.
“Es cierto que hay una demanda educativa muy grande pero también hay muchos chicos que se quedan en el camino. El tema laboral es una preocupación también. Nos encontramos con jóvenes denominados ‘ni, ni’; ni trabajan, ni estudian. Todo esto es parte de una demanda y exigencia que debemos tener en cuenta en la tarea evangelizadora pero también en la Misiones que queremos construir día a día”, sostuvo.
La entrevista al portal Misiones Online
-¿Cuál es la mayor preocupación que tiene como Obispo?-La mayor preocupación es la situación de los jóvenes en riesgo. Después del primer sínodo que hicimos en Posadas en 2007 percibimos que el 60 por ciento de la población misionera tiene menos de 50 años. Este es un indicador muy alto; ya que demuestra que es una provincia que tiene un incremento de la población muy importante. La educación de los jóvenes es una preocupación grande para este obispado. También me preocupa la pobreza de nuestros jóvenes.
-¿Usted se refiere a la pobreza intelectual o la estructural?
-La intelectual me preocupa, pero aún más me preocupa la pobreza, pobreza. Tenemos muchos jóvenes y niños que se encuentran desnutridos y, esto no se revierte más. Es decir que quedan, “marcados” para toda la vida. La pobreza los quita de la sociedad en forma salvaje. Un joven desnutrido queda separado de la sociedad para siempre. Es cierto que hay una demanda educativa muy grande pero también hay muchos chicos que se quedan en el camino. El tema laboral es una preocupación también. Nos encontramos con jóvenes denominados “ni, ni”; ni trabajan, ni estudian. Todo esto es parte de una demanda y exigencia que debemos tener en cuenta en la tarea evangelizadora pero también en la Misiones que queremos construir día a día.
-Usted habló de la educación como pilar
-Es un tema fundamental. Sin educación no hay futuro. La educación es un tema que debe ingresar en forma urgente en la problemática no solo del Estado provincial sino también de la Nación. En Misiones, estoy convencido que el gobernador Hugo Passalacqua tiene a la educación al tope de la agenda gubernamental. La educación empieza en la casa. Para una mejor educación también los padres deben tener un trabajo digno porque para enviar a un hijo a la escuela hacen falta algunos componentes. La educación debe ser inclusiva y también de buena calidad.
-Sin justificar al padre quien ante la crisis que se está viviendo le dice a su hijo que debe dejar de estudiar en el nivel medio y lo envía a trabajar porque no le alcanza. ¿Usted ve que esto se está produciendo en la sociedad misionera de niveles medio-bajo?
-No tengo las proporciones pero esto se está dando. En el último encuentro de obispos del país hablamos de la pobreza. En la oportunidad acordamos estudiar bien este tema porque estamos conviviendo hace muchos años con un sistema donde la gente sólo sobrevive. Y, sólo sobrevivir, es pobreza. Lamentablemente estamos viviendo en la Argentina en un sistema que hace que un alto porcentaje de la población sólo sobrevive.
La pobreza trae aparejados otros males… Lamentablemente si. Son componentes que se fueron sumando e incrementándose en los últimos años. Pero la droga no se presenta solo en la pobreza. Está en todos los estamentos de la sociedad. Pero hay ambientes que favorecen el cultivo de nuevas adicciones. Los obispos pusimos la alerta en un documento que elaboramos hace cuatro años; a través del cual se advirtió que en la Argentina se estaba produciendo un crecimiento del consumo de drogas en la juventud. En tanto que el pasado 8 de diciembre vertimos un nuevo documento en el que expresamos que no solamente nos preocupaba el alto consumo de drogas sino el narcotráfico en la Argentina. Si no se ataca como debe ser el narcotráfico, seguirá creciendo sin límites. Podemos hacer prevención pero si las autoridades no hacen nada el consumo en los barrios o en las plazas o en cualquier lugar, por parte de los jóvenes seguirá aumentando. El narcotráfico ya no es un tema del gran Buenos Aires sino de la mayoría de las ciudades o pueblos del interior.
-Sin ingresar en política partidaria. ¿Cómo está viendo el accionar del gobierno nacional y, por consiguiente la crisis que está afectando, principalmente a los sectores bajos y medios?
-No es el rol de la Iglesia opinar sobre política partidaria. Lamentablemente venimos de temas que se vienen produciendo desde hace bastante tiempo. Estamos expectantes a lo que se está produciendo en el país. La Iglesia está muy preocupada por el incremento de la pobreza y el aumento del consumo de drogas. Estamos, reitero expectantes de ver como el Gobierno nacional revierte esta situación. En poco tiempo debemos tener indicadores de parte del Gobierno que muestren que se está revirtiendo la pobreza en la Argentina. Uno de los componentes más importantes para salir de este tema es que se restablezcan las fuentes laborales. Me refiero a un trabajo digno; es decir que la gente no tenga más que vivir de un plan o de changas. Se que no es fácil. América Latina está sometida a un sistema medio expulsionista. Esto los gobiernos deben revertirlo en forma inmediata y cómo pastores e Iglesia estaremos expectantes en ver como camina esto.
-¿Considera usted que el costo social que se está pagando es muy alto?
-Lo que percibo es que cuando la gente que tiene conducción piensa en un proyecto y prevé que tiene algún costo social debe buscarle las soluciones en forma inmediata porque la gente no puede morirse de hambre. Se debe dar respuesta, sobre todo en los sectores más pobres a los problemas que se van dando. No se puede colocar a la emergencia como un sistema ordinario. La emergencia debe tener respuestas inmediatas, por ejemplo para este sistema extraordinario que se está viviendo en el país.
-En estos últimos meses; ¿Aumentó la cantidad de gente que se acerca a Cáritas en búsqueda de una ayuda?
-Sí. Nos impresiona la cantidad de gente que se acerca no solamente en búsqueda de una ayuda alimentaria sino en búsqueda de ayuda para salir de las adicciones. Sobre este último tema estamos trabajando en forma conjunta con el gobierno provincial.
-¿Qué le pareció el discurso de Hugo Passalacqua en la apertura de las sesiones de la Legislatura?
-Generalmente evitó dar una opinión al respecto. Pero usted me pregunta y le contesto: el Gobernador hizo un relato de lo que intentará hacer para atacar los problemas que se irán suscitando día a día durante el presente año. Me pareció muy bueno el plantear todo bajo el elemento del diálogo. Esto me parece fundamental, porque el diálogo implica una mesa de escucha para poder resolver los temas más comprometidos. Sería miserable que un sector por ganar un espacio en esta coyuntura use a la gente sin interesarse por la gente. El diálogo implica que dejemos de lado las ganancias por la coyuntura que podamos tener como oposición u oficialismo y que realmente pongamos a la gente como sujeto principal.
-¿Siente que la Iglesia está cumpliendo el rol de contención ante la situación social que se está viviendo?
-Por lo menos pertenecen a la Diócesis de Posadas, sí. Yo admiro mucho no solo a los sacerdotes sino también a la vida consagrada de muchos laicos que en las capillas hacen un trabajo intensísimo de contención social, familiar y de los enfermos.
-¿Cree que realmente la iglesia está cumpliendo el rol social que usted pregona? Porque crece el número de otras religiones o pseudo religiones…
-Yo nunca pongo atención en esto. Que cada uno haga lo suyo. Igualmente, no creo que haya un crecimiento de lo que usted llama pseudo religiones. Si existe un crecimiento, pero no tan importante de grupos sistemáticos que siguen poniéndose nombre como la Rosa Mística y que por consiguiente confunden a la gente. Por lo menos la gente que va a un grupo evangélico sabe que va concretamente a esta religión. El problema es cuando se la confunde a la gente a través de una simulación y no dicen claramente quiénes son y que no son parte de la Iglesia Católica y le dicen a la gente: “Vengan acá que es todo lo mismo”. Esto se torna en un problema pero la verdad es que casi, personalmente nunca reparo en este tema, al contrario, para mí el principal problema es el secularismo; que es una sociedad por la globalización, la informática o la televisión que miramos. Cuando hacemos zapping nos encontramos que en las novelas, por ejemplo existe una sociedad que no habla de Dios, lo omite concretamente y, obviamente en las conductas que presentan no hay ningún valor. Eso es el secularismo. Omitir todos los valores, todo es lo mismo, todo es igual, la biblia y el calefón.
-¿La Iglesia se modernizó al siglo XXI?
-Siempre nos falta. Tenemos que agradecer muchas respuestas que damos pero saber que tenemos que seguir evaluando nuestra tarea. No debemos creernos perfectos; debemos saber que tenemos luces y sombras. Tenemos que ver que debemos revisar. El Papa Francisco nos empuja a revisar siempre nuestras pastorales y, yo sigo ese camino y seguramente vamos a encontrar muchos defectos y cosas por mejorar para tener una Iglesia que salga más, que esté en el barro, que acompañe; en definitiva que esté con la gente.
-¿La Iglesia está haciendo lío como pidió el Para en Río de Janeiro en el encuentro con los jóvenes?
-Sí, Él nos empuja a cada rato que hagamos lío. Yo le pido a los jóvenes principalmente que no se traguen todo lo que ven en televisión o internet, deben ser críticos; debemos tener jóvenes con personalidad que sepan decir que no, y que se impongan ante el consumismo que a diario se les presenta.
Me emociona mucho el reconocimiento de la gente hacia el Papa Francisco. Pero ese reconocimiento me emociona aún más cuando viene de gente que no es católica. Los argentinos vivimos esto con mucha alegría y mucho gozo. También lo vivo como una realidad de que cuando asumió como Francisco ya no es sólo de los argentinos. Es Pedro, el de todos y los argentinos debemos alegrarnos por esto.
-Como todos los seres humanos el papa Francisco algún día dejará esta tierra.¿La Iglesia católica piensa en que después de este Papa debe asumir otro con iguales o mejores características?
-Creo que sí. Es un proceso. También deseo recordar que Paulo VI o Juan Pablo II fueron Papas con estilos diferentes pero que también cambiaron el accionar de la Iglesia católica. Fueron Papas que trataron de poner en práctica este Concilio que permitió replantearnos cosas muy duras de la Iglesia católica. Recuerdo a Pablo VI que impulsó el Concilio o a Juan Pablo II que al igual que Francisco tenía un afecto muy grande para con el judaísmo. Francisco tiene su particularidad. Yo creo que esto no se detiene porque el espíritu no se detiene.
-¿Cómo es su relación con otros credos, como el musulmán o el judaísmo?
-Excelente. Desde mi corazón tengo una relación muy cercana con ambas religiones. Somos hermanos. Ésta es una clave para nuestro tiempo. Estamos todo el tiempo buscándonos y tratando, cada uno desde lo suyo estar cerca de Dios. Quitándonos el odio, la violencia, etcétera. Lamentablemente hay mucha violencia religiosa en el mundo. Los fundamentalismos hacen mucho daño. Me refiero a Isis, Hezbolah y también al fundamentalismo que existe en el mundo cristiano, musulmán y judío. Todos esos fundamentalismos son violentos y no responden a Dios ni mucho menos al evangelio de Jesús.+
Publicar un comentario