Luego de su encuentro con el patriarca de Georgia, ¿ha visto el camino para una futura cooperación y un diálogo constructivo entre usted y entre las iglesias ortodoxas y católicas?
Yo tuve dos sorpresas en Georgia, una la misma Georgia: yo nunca me había imaginado tanta cultura, tanta fe, tanta cristiandad, un pueblo creyente y de una cultura cristiana muy antigua, un pueblo de muchos mártires. Descubrí una cosa que no conocía, lo grande de esta fe de Georgia.
La segunda sorpresa fue el patriarca, es un hombre de Dios, este hombre me conmovió, las veces que lo encontré, salí con el corazón conmovido y con la sensibilidad de haber encontrado un hombre de Dios, de tener un hombre de Dios.
De las cosas que nos unen y nos separan, yo diría no ponerse a discutir las cosas de doctrina, esto dejarlo a los teólogos, ellos saben hacerlo mejor de nosotros, discuten y son buenos, tienen buena voluntad, los teólogos de una parte y de la otra.
¿Qué debemos hacer nosotros, el pueblo? Rezar los unos por los otros. Esto es muy importante la oración, y segundo hacer cosas juntas, si hay pobres, trabajamos juntos por los pobres, si hay un problema y podemos hacerlo juntos, lo hacemos juntos, si hay inmigrantes, hacemos cosas buenas por los demás, juntos, esto podemos hacerlo y este es el camino del ecumenismo, no sólo el camino de la doctrina, esto es el último se llegará al final pero comenzamos a caminar juntos, con buena voluntad eso se puede hacer, se debe hacer.
Hoy el ecumenismo se debe hacer caminando juntos, orando los unos por los otros, y que los teólogos continúen hablando entre ellos y estudiando entre ellos. Pero Georgia es maravillosa, algo que no le esperaba, una nación cristiana, en la médula.
Después de haber hablado con todas estas personas que pueden cambiar la terrible historia entre Armenia y Azerbaiyán. ¿Qué cosa debe suceder para llegar a una paz permanente con todos los derechos humanos? ¿Cuáles son los problemas que ve Su Santidad en esto?
Dos veces, en dos discursos hablé de esto, en el último me referí al papel de las religiones para ayudar a esto. Creo que el único camino es el diálogo, el diálogo sincero sin cosas sobre la mesa, sincero, cara a cara, el negociar sinceramente, si no se puede llegar a esto se debe tener el coraje de ir a un tribunal internacional, ir a La Haya por ejemplo, y someterse al juicio internacional. No veo otra forma.
Lo otro es la guerra, pero la guerra destruye siempre, con la guerra se pierde todo. Y para los cristianos la oración, orar por la paz, porque estos corazones emprendan estos caminos de diálogo y negociación o de ir a un tribunal internacional, pero no se puede tener problemas, así.
Piensen ustedes que los tres países caucásicos tienen problemas: Georgia tiene un problema con Rusia, no se conoce tanto, pero hay un problema, y que puede crecer no se sabe. Armenia es un país sin fronteras abiertas, tiene problema con Azerbaiyán, y se debe ir a un tribunal internacional, si no se hace el diálogo y la negociación no hay otra salida, y la oración, la oración por la paz.
Usted habló de una guerra mundial contra el matrimonio, en esta guerra usó palabras muy fuertes en contra del divorcio. Dijo que ensucia la imagen de Dios, mientras que en los meses pasados y durante el sínodo, se había hablado de una acogida para los divorciados. Quiero saber ¿De qué manera se lleva esta acogida?
Si, todo lo que dije ayer con otras palabras, porque hablé improvisadamente, está en la (exhortación apostólica) Amoris Laetitia, todo. Cuando se habla del matrimonio como unión del hombre y de la mujer, como lo ha hecho Dios, a la imagen de Dios, es hombre y mujer.
La imagen de Dios no es el hombre, es el hombre con la mujer, juntos, que son una sola carne cuando se unen en matrimonio, esta es la verdad. Es verdad que en esta cultura de conflictos, con tantos problemas no bien gestionados, es también filosofía de hoy, hago esto cuando me canso, hago otra cosa, luego hago una tercera, luego hago una cuarta. Es esta guerra mundial que usted dice contra el matrimonio, debemos estar atentos a no dejar entrar en nosotros estas ideas.
Pero primero, el matrimonio es imagen de Dios, hombre y mujer en una sola carne, cuando se destruye esto se ensucia o se desfigura la imagen de Dios. Luego la Amoris Laetitia habla de cómo tratar estos casos, cómo tratar a las familias heridas y ahí entra la misericordia.
Hay una oración muy bella de la Iglesia que la hemos rezado la semana pasada y decía así: ‘Dios que tan maravillosamente creaste el mundo, y más maravillosamente lo has recreado’ eso es con la redención, con la misericordia, y en los matrimonios heridos, en las parejas heridas, entra la misericordia. El principio es ese, pero la debilidad humana existe, el pecado existe, pero siempre la última palabra, no la tiene la debilidad la última palabra, no la tiene el pecado, la última palabra es la misericordia.
A mí me gusta contar, no sé si lo dije porque lo repito mucho, en la Iglesia de Santa María Magdalena, hay una capillita bellísima en Vézelay Abbey, 1200 más o menos, los medievales hacían la catequesis con la escultura de la Catedral.
En una parte de la capillita está Judas en pecado, con la lengua afuera y los ojos afuera, y en la otra parte está Jesús el buen pastor que lo toma y lo lleva con él, y si vemos bien la cara de Jesús, los labios de Jesús están tristes en una parte, pero con una pequeña sonrisa de complicidad en la otra. Estos habían entendido que es la misericordia con Judas es por esto que en Amoris Laetitia se habla del matrimonio, del fundamento del matrimonio, porque luego vienen los problemas, cómo prepararse para el matrimonio, cómo educar a los hijos.
En el capítulo 8 cuando vienen los problemas y cómo se resuelven, se resuelven con cuatros criterios, acoger a las familias heridas, acompañarlas, discernir cada caso e integrarlos, rehacer, esto sería colaborar en esta recreación maravillosa que ha hecho el Señor con la redención, se entiende así, si se toma una sola cosa no va.
En Amoris Laetitia, quiero decir, todos van al capítulo 8, no, no. Se debe leer del inicio al final, y cuál es el centro. Para mí el centro, el núcleo de la Amoris Laetitia es el capítulo cuarto, sirve para toda la vida, pero se debe leer toda, y re-leerla toda y discutirla toda, es todo un conjunto, pero existe el pecado, existe la ruptura, pero existe también la misericordia, la redención y la cura. ¿Me estoy explicando bien sobre esto?
En ese mismo discurso de ayer en Georgia, habló como en muchos otros países, de la teoría de género, diciendo que es el gran enemigo y una amenaza contra el matrimonio. Pero me gustaría preguntar ¿Qué cosa diría a una persona que sufrió por años con su sexualidad?
Antes que nada, yo acompañé en mi vida como sacerdote, obispo y también como Papa, he acompañado personas con tendencia homosexual y también con prácticas homosexuales. He acompañado, los acerqué al Señor, algunos no podían, pero yo acompañé y nunca abandoné a nadie, esto que quede claro.
Las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá seguramente vete porque eres homosexual. No. Lo que yo he dicho, es esa maldad que hoy se hace en el adoctrinamiento de la teoría del género.
Me contaba un papá francés que en la mesa hablaba con los hijos, católicos ellos y la esposa, católicos no tan comprometidos, pero católicos; y le preguntaba al niño de 10 años, ‘¿Tú qué quieres ser cuando seas grande?’ ‘Una muchacha’. El papá se acordó que el libro del colegio enseñaba la teoría del género, y esto va contra las cosas naturales.
Una cosa es que una persona tenga esta tendencia, esta opción, e incluso que cambie de sexo, y otra cosa es la hacer la enseñanza en la escuela en esta línea para cambiar la mentalidad. A esto yo llamo colonizaciones ideológicas.
El año pasado recibí una carta de un español que me contaba su historia de niño y joven. Era una niña, una muchacha. Ha sufrido mucho porque él se sentía muchacho, pero era físicamente muchacha. Y le contó a la mamá a los 20, 22 años, y le dijo que tenía la voluntad de hacerse la intervención quirúrgica y todas esas cosas; y la madre le pidió el favor de no hacerlo mientras ella estuviera viva, y la anciana murió de repente.
Se hizo la intervención, es un empleado de un ministerio de una ciudad de España, y fue a ver al obispo que lo acompañó mucho. Un buen obispo que ‘perdía tiempo’ para acompañar a este hombre.
Luego se casó, cambió su identidad civil y me escribió una carta y para él era un consuelo venir con su esposa. Él que era ella, que es él, y los recibí. Estaban contentos.
En el barrio donde él vivía había un viejo sacerdote de unos 80 años, un viejo párroco de unos 80 años que había dejado la parroquia y ayudaba allí a las religiosas. Y estaba el nuevo. Cuando el nuevo lo veía, le gritaba desde la vereda: ‘Irás al infierno’, Cuando encontraba al viejo este lo veía y le preguntaba: ‘¿hace cuánto que no te confiesas? Vamos que te confieso para que puedas recibir la comunión’. ¿se entendió?
La vida es la vida y las cosas se deben tomar como vienen. El pecado es pecado y las tendencias o el desequilibrio hormonal, por decirlo, tienen o hacen tantos problemas… debemos estar atentos, no decir a todos lo mismo o hagamos fiesta. No. Esto no.
Cada caso se debe acoger, acompañar, estudiar, discernir e integrar. Esto es lo que haría Jesús hoy.
Por favor no digan ‘el Papa santificará a los trans’. Por favor. Porque ya veo los titulares de los diarios. No, no. Si hay alguna duda en lo que dije, quiero ser claro: es un problema de moral, es un problema humano y se debe resolver como se puede, siempre con la misericordia de Dios, con la verdad, como hemos hablado en el caso del matrimonio, leyendo toda la Amoris Laetitia. Siempre así, con el corazón abierto. Y no se olviden de esa capilla en Vézelay Abbey es muy bella, muy bella.
¿Cuándo hará nuevos cardenales?, ¿Cuáles son los criterios que se inspira para esta elección?, La segunda más seria, pública, digamos de italianos ¿Cuándo irá al encuentro del pueblo del terremoto y cuál será la característica de esta visita?
Para la segunda se han propuestos dos fechas posibles, dos son numerales no recuerdo bien, la tercera la recuerdo es el primer domingo de adviento, y yo he dicho que cuando regreso escogeré la fecha, son tres debo escoger, lo haré privadamente, sólo, como sacerdote, como obispo, como Papa, pero solo, así quiero hacerlo, quiero sentir estar cerca a la gente, pero no sé ahora cómo.
Sobre los cardenales, los criterios serán los mismos de dos cónclaves, de dos consistorios, un poco de todo, que la Iglesia es por todo el mundo, si tal vez aún estoy estudiando los nombres pero tal vez sean tres de un continente, dos de uno o uno de otro lugar, uno de un país, pero no se sabe. La lista es larga, pero hay solo 13 puestos.
Se debe pensar en hacer un equilibrio, pero a mí me gusta que se vea en el Colegio Cardenalicio la universalidad de la Iglesia, no solo el centro europeo, de todos lados, de los cinco continentes si se puede. No hay fecha todavía
¿Cuáles son los próximos viajes?
Es seguro hasta hoy, que iré a Portugal e iré sólo a Fátima hasta hoy, porque hay un problema: este Año Santo se suspendieron las visitas ad limina y el próximo año debo hacer las visitas ad limina (de los obispos) de este año y del próximo y hay poco espacio para los viajes.
Pero a Portugal sí iré. A India y Bangladesh, casi seguro. En África aún no hay lugar seguro. Todo depende del tiempo climático, de los meses, porque en África del noroeste el tiempo es una cosa en el sureste es otra, y también depende de las situaciones políticas, de las guerras allí, pero hay pensadas posibilidades para África.
En América, dije que cuando se salga el proceso de paz (en Colombia), yo quiero ir cuando todo esté blindado, es decir, cuando el plebiscito termine, cuando todo esté seguro, seguro, seguro, que no se puede retroceder, es decir, que el mundo internacional, todas las naciones internacionales están de acuerdo que no se hará un recurso.
Cuando todo esté terminado. Si esto es así, podré ir, pero si la cosa es inestable. Todo depende de lo que diga el pueblo, porque el pueblo es soberano.
Nos hemos acostumbrado a mirar más las formas democráticas que la soberanía del pueblo y las dos deben ir juntas. Por ejemplo, se ha hecho costumbre en algunos continentes que cuando termina el segundo mandato, aquel que está en el gobierno busca de cambiar la constitución para tener un tercero, y esto es sobrevalorar la llamada democracia contra la soberanía del pueblo, algo que está en la constitución…
El proceso de paz se resolverá hoy, en parte con la voz del pueblo soberano, lo que diga el pueblo es lo que creo que se debe hacer.
¿Cuál es la razón que usted como Papa no puede tener un boleto para Pekín, razones al interior de la Iglesia china, razones de problemas entre la Iglesia china y el gobierno chino o razones entre el Vaticano y el gobierno chino?
La China, ustedes conocen bien la historia de China y la Iglesia, la Iglesia patriótica, la Iglesia escondida, estamos en una buena relación, se estudia, se conversa, hay una comisión de trabajo, yo soy optimista, ahora creo que los Museos Vaticanos hicieron una exposición en China, los chinos harán otra en Vaticano.
Hay muchos profesores que van a hacer escuela en la universidad china, tantas monjas y sacerdotes que van a trabajar ahí. Pero la relación entre el Vaticano y los chinos, se deben quedar en una cosa, pero se está conversando bien siempre. Las cosas apuradas no salen bien, el pueblo chino tiene mi más alta estima.
El otro día por ejemplo hubo un congreso, en la Academia de la Ciencia sobre la Laudato si, y había una delegación china y el presidente de China me mandó un regalo, existen buenas relaciones.
Hace unas horas Mons. Lebrun, el arzobispo de Rouen, anunció que usted autorizó iniciar el proceso de beatificación del padre Hamel, sin tomar en cuenta el proceso de espera de cinco años, ¿Por qué tomó esta decisión?
Hablé con el cardenal Amato, haremos el estudio y él dará la última noticia, pero la intención es andar en esta línea, hacer la investigación necesaria y ver si hay razones para hacerlo.
El proceso no se abrió. Se deben buscar testimonios para abrir el proceso, no perder los testimonios, esto es muy importante porque los testimonios frescos son aquellos que han visto las personas, luego con el tiempo, alguno muere, otro se olvida, es por esto. En latín se dice “Ne perdea provatione”.
¿Cuál es su candidato favorito, o cuáles son las personas u organizaciones, que merecen más reconocimiento para ganar el Premio Nobel de la Paz.
Hay muchas personas que viven para hacer la guerra, para la venta de armas para matar, así como también hay tanta gente que trabaja por la paz, tantos, tantos, tantos, yo no puedo decir cuál.
Escoger entre tanta gente que hoy trabaja por la Paz es muy difícil, usted ha mencionado algunos y son muchos, pero siempre hay una inquietud de dar un premio por la Paz. Yo quisiera que también a nivel internacional, dejando de lado el Premio Nobel de la Paz, hubiese un recuerdo, un reconocimiento, una declaración sobre los niños, sobre los discapacitados, sobre los menores de edad, sobre los civiles muertos bajo las bombas, creo que eso es un pecado, un pecado contra Jesucristo porque la carne de esos niños, de esa gente enferma, los ancianos, lo indefensos es la carne de Cristo.
Pero se debería hacer que la humanidad dijera cualquier cosa por las víctimas de guerra. Jesús ha dicho que aquellos que hacen la paz son beatos, en las bienaventuranzas, los operadores de Paz. Pero por las víctimas de la guerra debemos decir algo y tomar conciencia que arrojar sobre un hospital de niños una bomba donde mueren 30, 40, en una escuela, es una tragedia de nuestros días.
¿Cómo aconsejaría usted a los fieles estadounidenses y que sabiduría les da para que ellos mantengan en mente en el siguiente mes cuando ocurran las elecciones?
Usted me hace una pregunta donde describe una elección difícil. Porque según usted existe dificultad en uno y en otro, en campaña electoral yo nunca digo una palabra. El pueblo es soberano y solo diré estudien bien la propuesta, oren y elijan en consciencia.
Luego salgo del problema y voy a una ficción, porque no quiero hablar de un problema concreto. Cuando sucede en un país, el que sea, hay dos, tres, cuatro candidatos que no dan satisfacción a todos, eso significa que la vida política de ese país, tal vez es muy politizada pero no hay tanta cultura política y uno de los trabajos de la Iglesia y también de la enseñanza en su facultad, es de enseñar a haber una cultura política.
Hay países, pienso en América Latina, que son muy politizados y no tienen cultura política, son de un partido, de esto y el otro, pero efectivamente sin un pensamiento claro sobre la base y las propuestas.
¿El testimonio para la historia, según usted, es más importante que el testamento de un Papa?, Me explico, el Papa Wojtyla dejó en su testamento, muchos documentos y cartas para que sean quemadas, y que luego se pusieron en un libro, quiere decir que la voluntad de un Papa no fue respetada, quiero saber que piensa, luego la segunda pregunta es más fácil, quiero saber cuál es milagro que usted tiende la mano a miles de personas cada semana y aún no hay una tendinitis. ¿Cómo hace?
Yo aún no siento tendinitis.
Primero usted habla de un Papa que manda a quemar documentos y cartas, pero esto es el derecho de cada hombre y mujer, que tiene el derecho de hacerlo antes de morir.
Quien no ha respetado eso, será culpable no lo sé, no conozco bien el caso, pero cada persona cuando alguno dice esto se debe destruir es porque hay algo concreto, pero tal vez hay una copia en otro lugar y eso él no lo sabía. Pero cada persona tiene derecho de hacer su testamento como quiera.
¿Por qué hace este viaje a lugares donde hay pocos católicos y si le gustó esto, no queremos perder el tiempo, también nosotros hacemos estos viajes breves pero intensos, pero si usted quiere hacer uno largo y relajado, podemos también hacerlo?
Esto me la han dicho luego del primer viaje a Albania, ¿Por qué usted eligió ir a Albania, en el primer viaje en Europa un país que no es de la Unión Europea?, luego fui a Sarajevo que no es de la Unión Europea.
El primer país de la Unión Europea que fui fue Grecia, a la Isla de Lesbos, y fue el primero, y por qué hacer viajes en estos países. Estos tres son caucásicos, los tres presidentes vinieron al Vaticano a invitarme con fuerza, los tres tienen un actuar religioso diverso.
Los armenios son, y esto sin ofender, son buenos en su armenidad, tienen una historia y son cristianos la gran mayoría, casi todos, cristianos apostólicos, cristianos católicos, un poco de cristianos evangélicos, pocos.
Georgia es un país cristiano, totalmente cristiano pero ortodoxo, lo católicos son pocos, son un grupo, pero son ortodoxos, pero Azerbaiyán es un país creo que el 96 o 97 por ciento musulmán, cerca de 10 millones, los católicos son a lo mucho 600, pocos. ¿Y yo por qué voy ahí? Por los católicos, para ir a la periferia de una comunidad católica, propio de la periferia, pequeña.
Hoy en la Misa les dije que me hacían recordar la comunidad periférica de Jerusalén cerrada en el cenáculo, esperando el Espíritu Santo, esperando poder crecer, salir, pero pequeña, no es perseguida.
En Azerbaiyán existe un gran respeto religioso, hay una gran libertad religiosa, esto es verdad lo he dicho en el discurso, y estos países son países periféricos, como Albania, Bosnia Herzegovina. Yo lo dije, la realidad se entiende mejor y se ve mejor desde la periferia que desde el centro, es por esto que elijo eso. Pero esto no quita la posibilidad de ir a un gran país como Portugal, Francia.
Muchas gracias por su trabajo, descansen un poco, buena cena y recen por mí.+
Publicar un comentario