Francisco llamó a mantener la autenticidad en el “precioso servicio que el deporte hace a la humanidad”
Organizada en modo conjunto por el Pontificio Consejo de la Cultura y por Allianz, la conferencia se desarrolla bajo la dirección del cardenal Gianfranco Ravasi, presidente de dicho dicasterio, y tiene como objetivo crear un espacio de diálogo sobre cómo la fe y el deporte pueden trabajar juntos para servir mejor a la humanidad.
Deportistas de diferentes países del mundo, incluidos campeones olímpicos y paralímpicos participaron en la ceremonia de inauguración de la Conferencia titulada «Deporte al servicio de la humanidad», que comenzó hoy a las 15.30 en el Aula Pablo VI del Vaticano. También estaban presentes algunos exponentes de las diferentes religiones, empezando por el primado anglicano, Justin Welby, que esta tarde conmemorará con el Papa los 50 años del diálogo entre las dos Iglesias.
En sus palabras, Francisco se refirió al “precioso servicio que el deporte hace a la humanidad”, lo describió como “una actividad humana de gran valor, capaz de enriquecer la vida de las personas”, y señaló la importancia de “saber ganar y también saber cómo perder”.
El Papa se alegró de que “en estos días haya un compromiso para asegurar que el deporte sea cada vez más inclusivo y que sus beneficios sean verdaderamente accesibles a todos”, para acompañar a las tradiciones religiosas en “el compromiso de asegurar el respeto de la dignidad de cada ser humano, por ello es bello saber que las instituciones deportivas mundiales se han preocupado con tanto valor de la inclusión”.
En su discurso, Francisco llamó también a las instituciones, clubes y comunidades educativas y religiosas a trabajar juntos por los niños que viven “en los márgenes de la sociedad”, para que puedan tener acceso al deporte con condiciones dignas, “en especial aquellos que son excluidos a causa de la pobreza”.
Finalizando su mensaje, el Papa planteó un desafío: “El reto es aquel de mantener la autenticidad del deporte, de protegerlo de manipulaciones y de la explotación comercial. Sería triste para el deporte y para la humanidad, si la gente ya no pudiese confiar en la veracidad de los resultados deportivos, o si el cinismo y el desencanto tomaran el control sobre el entusiasmo y la participación alegre y desinteresada. En el deporte, como en la vida, es importante luchar por el resultado, pero jugar bien y con lealtad es aún más importante”, arrojó, y agradeció “los esfuerzos para erradicar todas las formas de corrupción y de manipulación”, asegurando que “cuando las personas luchan para crear una sociedad más justa y transparente, colaboran con la obra de Dios”. +
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