La Pastoral Social recordó la enseñanza social de la Iglesia sobre las huelgas

Río Cuarto (Córdoba) (AICA): En el marco del paro general que las centrales obreras cumplieron el 6 de abril, la Pastoral Social de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto expresó su acompañamiento en “este momento de la vida social” argentina y recordó los principios de la enseñanza de la Iglesia sobre las huelgas. Tras estimar que la jornada de ayer fue “compleja” para la ciudadanía y para los distintos niveles de gobierno, patronales y gremios, pidió a Dios “la cordura de todos y el diálogo como salida a los conflictos”.
En el marco del paro general que las centrales obreras cumplieron el 6 de abril, la Pastoral Social de la diócesis de Villa de la Concepción del Río Cuarto expresó su acompañamiento en “este momento de la vida social” argentina y recordó los principios de la enseñanza de la Iglesia sobre las huelgas.

Tras estimar que la jornada de ayer fue “compleja” para la ciudadanía y para los distintos niveles de gobierno, patronales y gremios, pidió a Dios “la cordura de todos y el diálogo como salida a los conflictos”.

El organismo diocesano recordó que en el Compendio de la Doctrina Social hay algunos criterios a tener en cuenta sobre la huelga, y los detalló:

“1) recurso inevitable, si no necesario para obtener un beneficio proporcionado; 2) después de haber constatado la ineficiencia de todas las demás modalidades para superar los conflictos; 3) para conseguir por medio de la presión a patrones, estado y opinión pública, mejoras en las condiciones de trabajo y en su situación social; 4) aunque parezca un ultimátum debe ser siempre un método pacífico de reivindicación y de lucha por los propios derechos; 5) es inmoral cuando está acompañado de violencia o cuando se realiza por motivos no vinculados al trabajo o contrarias al bien común.

Asimismo destacó, que Juan Pablo II, ahora santo, decía en su enseñanza social sobre el ejercicio del trabajo humano: “1) Los sindicatos pueden valerse de este recurso y es legítimo cuando se dan las debidas condiciones y en los justos límites; 2) los trabajadores deben tener asegurado el derecho a la huelga sin sufrir sanciones penales personales por participar en ella; 3) la enseñanza de la Iglesia admite la legitimidad del medio aunque reconoce que se tiene que dar en situaciones extremas; 4) no se puede abusar de este medio especialmente cuando está provocado por juegos políticos; 5) se deben asegurar legalmente los servicios esenciales para la convivencia social; 6) el abuso de la huelga puede producir paralización de la vida socio económica y esto es contrario al bien común y también puede este abuso ser contrario a la naturaleza misma del trabajo”.

“A la Virgen de Luján confiamos el caminar del Pueblo argentino y a San Cayetano, patrono del pan y trabajo, le pedimos por el trabajo digno y honesto para todos”, concluyó.+

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