Francisco: “El único extremismo permitido a los creyentes es el de la caridad”
En la celebración eucarística en rito latino con la minoría católica egipcia, el pontífice inició su homilía diciendo en árabe “La paz esté con ustedes (Al Salamò Alaikum)” y la terminó con otra: “Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado (Al Massih Kam, Bilhakika kam)”.
La Eucaristía fue concelebrada por el patriarca copto católico, Ibrahim Isaac Sedrak, quien junto con Francisco recorrió el estadio en un carrito de golf y saludó a las 15.000 personas que participaron de la celebración.
“La experiencia de los discípulos de Emaús nos enseña que de nada sirve llenar de gente los lugares de culto si nuestros corazones están vacíos del temor de Dios y de su presencia; de nada sirve rezar si nuestra oración que se dirige a Dios no se transforma en amor hacia el hermano; de nada sirve tanta religiosidad si no está animada al menos por igual fe y caridad”, afirmó.
"La verdadera fe es la que nos hace más caritativos, más misericordiosos, más honestos y más humanos; es la que anima los corazones para llevarlos a amar a todos gratuitamente, sin distinción y sin preferencias", añadió, y advirtió: “Para Dios, es mejor no creer que ser un falso creyente, un hipócrita”.
El Papa insistió en subrayar su mensaje de paz: “La fe nos hace ver al otro no como a un enemigo para derrotar, sino como a un hermano para amar, servir y ayudar".
“A Dios sólo le agrada la fe profesada con la vida, porque el único extremismo que se permite a los creyentes es el de la caridad. Cualquier otro extremismo no viene de Dios y no le agrada”, sostuvo.
El Papa invitó, a ejemplo de los discípulos de Emaús, a regresar “su Jerusalén, es decir, a du vida cotidiana, a sus familias, a sus trabajo y a su patria llenos de alegría, de valentía y de fe”, e instó a no tener “miedo de amar a todos, amigos y enemigos, porque el amor es la fuerza y el tesoro del creyente”.+
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