El comunicado fue dado en respuesta a los hechos de violencia ocurridos en el Congreso del Paraguay, donde manifestantes irrumpieron en el palacio de las leyes e incendiaron un sector del edificio luego de que un grupo de senadores aprobara un proyecto para habilitar la reelección presidencial.
"Observamos con dolor -dicen los prelados- la confrontación pública y queremos pedir a todos: autoridades y pueblo, que no hagamos uso de la violencia, cuidemos la integridad de la vida de todos, que las manifestaciones no se transformen en campo de batalla. ¡Respetemos la vida!"
El comunicado apela "a las conciencias de los ciudadanos y de los gobernantes, para que miren no solamente la motivación de sus acciones sino las consecuencias, y actúen con la debida cordura".
"Instamos a los líderes y representantes políticos -señala el comunicado firmado por los "obispos del Paraguay"- ganar la confianza social con gestos concretos de encuentro, de diálogo y de transparencia, respetando un proceso donde la libertad y la posibilidad de actuar no se vean coaccionadas por la premura de los procedimientos políticos".
Seguidamente "exhortan al diálogo entre todos los sectores", porque "la primacía de la paz exige la cultura del encuentro, la búsqueda del bien común y la unidad nacional."
"Queremos un país fraterno -dicen por último los obispos- en donde construyamos en esa paz cotidiana, como lo exhortaba el papa Francisco al inicio de su visita a nuestro país en 2015. Hagamos que sea posible. No dejemos que esto se vaya de las manos, porque una familia dividida no puede subsistir”.+
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