La actividad contó con el apoyo del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, de la Conferencia Episcopal Argentina y de monseñor Agustín Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján, que presidió la misa de cierre en la basílica y santuario nacional Nuestra Señora de Luján.
Los objetivos del Encuentro fueron: Nuclear a los coros litúrgicos del país para trabajar mancomunadamente; conocer e incentivar la actividad de los coros de música sagrada en la liturgia de catedrales, parroquias y capillas del país; y asesorar musical y litúrgicamente la actividad coral sagrada.
Este encuentro pudo llevarse a cabo gracias al generoso aporte de la Fundación Nuesta Señora de la Merced y su presidente, presbítero Martín Bracht; las Hermanas Hijas de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires (FIC) y de Miss Winfrey Healy.
Participaron más de cien coreutas perteneciente a coros litúrgicos del el país: Coro Arquidiocesano Juan Pablo II de Mendoza; Coro San Clemente, de San Juan; Coro de la Catedral de Mar del Plata; Schola Cantorum de la Catedral de Paraná; Coro La Sagrada Familia de San Martin de los Andes; Coro Parroquia San Juan Bosco de Río Gallegos; Coro de la Paz de Pinamar; Coro de Dolores (Provincia de Buenos Aires); Coro de Fasta de Buenos Aires; Coro de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, de Alberti; Coro Capilla Santa Mónica, de la ciudad de Córdoba y Coro Grupo de Música Litúrgica (GML )de la ciudad de Buenos Aires, organizador del Encuentro.
El encuentro se inició el 13 de octubre en la Villa Marista de Luján, con la bienvenida a los participantes y una ponencia de monseñor Antonio Marino, obispo emérito de Mar del Plata, sobre la vigencia y permanencia en el magisterio de la Iglesia, desde Pío X hasta el papa Francisco, de las notas o cualidades (santidad y bondad de formas) que deben caracterizar la música para su admisión en el culto de la Iglesia. Luego presidió la misa de Santa María en sábado, cantada por los coros presentes en la capilla de la Villa Marista, en la que se interpretó la Misa Brevis gregoriana propuesta por el papa san Pablo VI.
Luego del almuerzo se dictaron cuatro talleres: Canto gregoriano, dictado por el hermano benedictino Santiago García Mata; El canto del Salmo responsorial, por Alejandro Hoesé, del Coro San Clemente, de San Juan; El canto en la Liturgia de las Horas, por el presbítero Esteban Sacchi; y Técnica vocal, dictado por la soprano Vanesa Aguado. A su vez, los directores de los coros se reunieron para intercambiar experiencias y material musical para la liturgia, coordinados por Santiago Pusso y Magdalena Vaccarezza del GML.
Luego de la merienda, los presentes participaron de la Adoración Eucarística con cantos de la comunidad de Taizé acompañados por guitarra, órgano y flauta.
Como culminación del día, los participantes se dirigieron a la basílica de Luján para realizar el ensayo general de la misa del domingo. Los sacerdotes de la basílica tuvieron la amable iniciativa de abrir el templo durante la noche para poder realizar el ensayo junto a la amada imagen de la Virgen de Luján. Para muchos participantes fue la primera vez que estaban en la basílica nacional. Fue un momento en el que se unió el arduo trabajo para ensamblar todos los coros y un profundo sentimiento de comunión eclesial y de oración.
El domingo 14, luego del canto de Laudes y de una vocalización para templar las voces, los participantes se dirigieron a la basílica para acompañar con el canto la santa misa, presidida por monseñor Agustín Radrizzani. Durante la celebración se interpretaron las oraciones del “ordinario” de la misa (Kyrie, Gloria, Sanctus y Agnus Dei) con música del compositor francés Charles Gounod, el Credo gregoriano y cantos del repertorio litúrgico popular para las partes del “propio”. Para favorecer la participación de los fieles se entonaron las aclamaciones con respuesta cantada.
En la homilía, luego de comentar el Evangelio, monseñor Radrizzani motivó a los coros para seguir trabajando por la música litúrgica y dio tres atinados consejos para su desarrollo: Coherencia entre lo que cantamos y vivimos; que lo que nos une prime sobre nuestras diferencias; y la perseverancia en esta hermosa misión.
Los coros fueron dirigidos por Adriana Fernández de Hoesé, del Coro San Clemente, de San Juan, acompañados por el organista Francisco Tello y los trompetistas Marcelo Mazzei y Esteban Rolls. Actuó como solista la soprano Graciana Causo.
Finalizada la misa, los participantes compartieron un asado en la Villa Marista y en un clima fraternal intercambiaron regalos, experiencias e hicieron la evaluación del Encuentro, de la que surgió la necesidad de hacer estos encuentros con una frecuencia mayor.+
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