Mons. Buenanueva: Francisco,hermano, paz y bien
Para empezar, el prelado recordó las consignas del santo de Asís a sus hermanos que se aprestaban a viajar a tierra de musulmanes: “Y los hermanos que van, pueden conducirse espiritualmente entre ellos de dos modos. Un modo consiste en que no entablen litigios ni contiendas, sino que estén sometidos a toda humana criatura por Dios y confiesen que son cristianos. El otro modo consiste en que, cuando vean que agrada al Señor, anuncien la palabra de Dios, para que crean en Dios omnipotente, Padre e Hijo y Espíritu Santo, creador de todas las cosas, y en el Hijo, redentor y salvador, y para que se bauticen y hagan cristianos, porque el que no vuelva a nacer del agua y del Espíritu Santo, no puede entrar en el reino de Dios".
“Todavía hoy, los hermanos franciscanos, custodian los lugares santos. Y continúan obedeciendo los consejos del Hermano Francisco: no ser fuente de conflictos y predicar ‘cuando vean que agrada al Señor’”, señaló monseñor Buenanueva.
En ese sentido, aclaró: “No se trata de estrategias políticas, ni argucias para conseguir, a la larga, inconfesados objetivos de poder. Tampoco se trata de pusilanimidad, como suelen acusar los talibanes de todos los tiempos a los que optan por la no violencia. Todo lo contrario. Es el Evangelio que nace del corazón manso y paciente de Jesús. Es la mansedumbre del Dios humilde de Belén y de la Cruz”.
“A Dios le agrada que su Nombre sea conocido por todos. ¡Cómo no! Si es la primera petición del Padre nuestro: que su Nombre de Padre misericordioso sea conocido y alabado, especialmente por los pobres. Le agrada, por encima de todo, que su Espíritu renueve la creación y dé vida a nueva humanidad, en la que los enemigos se den la mano en señal de reconciliación. Es el Dios de la amistad, del perdón y del encuentro. Hace fiesta cuando recupera al hijo perdido y pacifica el corazón agrio del hermano resentido”, destacó el prelado.
“Jesús salió al encuentro de Francisco. Conquistó su corazón noble, sensible y apasionado. Y así, toda vez que se multiplicaron palabras de odio, Francisco supo decir palabras buenas, portadoras de paz para una sociedad violenta, injusta y herida. Por eso, sigue siendo tremendamente actual. Necesitamos su paciente mansedumbre y su alegre confianza en la bondad de Dios y de todas las creaturas”, consideró.
Finalmente, en este 4 de octubre, deseó: Francisco, hermano, “al celebrar tu memoria, queremos contagiarnos de tu alegre mansedumbre, y cantar con vos: ‘Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas. Alabado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor, y sufren enfermedad y tribulación; bienaventurados los que las sufran en paz, porque de ti, Altísimo, coronados serán’”, concluyó, enviando “Paz y Bien para todos”.+
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