El padre Juan José Crippa, administrador y referente del refugio San José, expresó: “Los jóvenes compartieron la experiencia del refugio como casa de contención y, junto con los movimientos Alegría y Siloé, misionaron en los asentamientos, estuvieron con los niños en el salón Divino Niño y se encontraron con los abuelos en la Escuela 880”.
Congregados para vivir una experiencia de servicio, solidaridad y encuentro con los más necesitados, los jóvenes llevaron su testimonio a las distintas realidades, con el objeto de crear espacios de contención y asistencia.
Asimismo, el sacerdote enfatizó: “Para nosotros aquí en Resistencia es un orgullo poder contar con la presencia joven, sobre todo que nos hayan elegido para vivir y compartir. Vivimos momentos muy agradables, compartiendo la experiencia de padres que tienen hijos recuperados en el refugio, otros que están haciendo el proceso y hablamos de la experiencia de cada joven en recuperación”.
En el refugio San José viven 25 jóvenes adictos en proceso de recuperación: “Brindamos a la comunidad una casa de contención y nuestra ayuda y solidaridad”.
Al concluir, el sacerdote agradeció “a Dios y a los responsables de la coordinación de esta experiencia, por habernos elegido para compartir en los distintos centros”.+
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