Mozambique: El Papa llama a la reconciliación y afirma: “Tienen derecho a la paz”
En su última actividad oficial en Mozambique, el pontífice recordó el mensaje de Jesús en el Evangelio: “Amen a sus enemigos”, al asegurar que se trata de “unas palabras también dirigidas a nosotros hoy, que lo escuchamos en este estadio”.
Francisco sostuvo que la reconciliación es más necesaria en un país que sufrió una guerra civil cruenta entre 1977 y 1992 y cuyas consecuencias aún se sienten en el país africano.
“Muchos de ustedes todavía pueden contar en primera persona historias de violencia, odio y desencuentros; algunos en carne propia, otros de alguien conocido que ya no está, otros incluso por el miedo de que heridas del pasado se repitan e intenten borrar el camino recorrido de paz”, pidió.
“Es difícil hablar de reconciliación -reconoció- cuando las heridas causadas en tantos años de desencuentro están todavía frescas o invitar a dar ese paso de perdón que no significa ignorar el dolor o pedir que se pierda la memoria o los ideales”.
El Papa destacó que, aun así, “Jesucristo invita a amar y a hacer el bien; que es mucho más que ignorar al que nos hizo daño o hacer el esfuerzo para que no se crucen nuestras vidas: es un mandato a una benevolencia activa, desinteresada y extraordinaria con respecto a quienes nos hirieron”.
Asimismo, recordó que Jesús también pide bendecir y orar por los enemigos, “es decir, que nuestro decir sobre ellos sea un bien-decir, generador de vida y no de muerte, que pronunciemos sus nombres no para el insulto o la venganza sino para inaugurar un nuevo vínculo para la paz”.
“Con esta invitación, Jesús quiere clausurar para siempre la práctica tan corriente, de ayer y de hoy, de ser cristianos y vivir bajo la ley del talión. No se puede pensar el futuro, construir una nación, una sociedad sustentada en la ‘equidad’ de la violencia. No puedo seguir a Jesús si el orden que promuevo y vivo es el ‘ojo por ojo, diente por diente’”, aseveró.
Francisco subrayó también que “ninguna familia, ningún grupo de vecinos o una etnia, menos un país, tiene futuro si el motor que los une, convoca y tapa las diferencias es la venganza y el odio”.
“No podemos ponernos de acuerdo y unirnos para vengarnos, para hacerle al que fue violento lo mismo que él nos hizo, para planificar ocasiones de desquite bajo formatos aparentemente legales”, afirmó, y alertó: “La ‘equidad’ de la violencia siempre es un espiral sin salida y su costo es muy alto”.
“Otro camino es posible porque es crucial no olvidar que nuestros pueblos tienen derecho a la paz. Ustedes tienen derecho a la paz”, aseguró.
El pontífice hizo un llamado a “superar los tiempos de división y violencia”, lo cual “supone no sólo un acto de reconciliación o la paz entendida como ausencia de conflicto, sino el compromiso cotidiano de cada uno de nosotros de tener una mirada atenta y activa que nos lleve a tratar a los demás con esa misericordia y bondad con la que queremos ser tratados; misericordia y bondad especialmente hacia aquellos que, por su condición, son rápidamente rechazados y excluidos”.
“Se trata de una actitud de fuertes y no de débiles, una actitud de hombres y mujeres que descubren que no es necesario maltratar, denigrar o aplastar para sentirse importantes, sino al contrario”, añadió.
Por último, Francisco hizo una crítica a la corrupción y recordó que, mientras en Mozambique mucha gente vive bajo el umbral de la pobreza, “a veces pareciera que quienes se acercan bajo el supuesto deseo de ayudar, tienen otros intereses. Y es triste cuando esto se constata entre hermanos de la misma tierra que se dejan corromper; es muy peligroso aceptar que este sea el precio que tenemos que pagar ante la ayuda extranjera”.+
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