“Coincidimos en los términos que el extractivismo tiene como finalidad el lucro y la ambición, alejándonos del verdadero proyecto del Tata Dios. No podemos permitir que nuestra Ñuke Mapu, nuestra Aan Tem, siga siendo lastimada de muerte, siga padeciendo los dolores que le producen unos pocos, escondiendo los intereses reales que tienen”.
“Jesús se hace presente en cada hermano que se suma a las luchas en defensa del agua, elemento purificador y salvador, que es un recurso vital para la cristiandad y así mismo la propia humanidad. Los poderosos legislan para los intereses de esos pocos desoyendo el clamor del pueblo”.
“Estamos llamados a no silenciarnos y ser la luz ante los abusos de poder que se cometen. La megaminería produciría en Patagonia no solo la contaminación del agua, sino la destrucción del territorio condenando a nuestras poblaciones al exterminio”, advirtieron.
“No somos zonas de sacrificio, sí de esperanza, sí de historia que perdura y construye identidad. Este exilio que se provoca en el sector rural engrosa los números ya altos de la falta de trabajo, y nos hace prestar especial atención en los jóvenes que al no poder concretar sus proyectos de vida transitan caminos de desesperanza”, expresaron.
“Nos unimos también al dolor del pueblo Wichi, que es un llamado de alerta para que miremos a nuestro alrededor: ¿Cuántos hermanos pasan hambre, miseria, pobreza estructural? Frente a lo que debemos abrir nuestros oídos a la Palabra, para que conmueva nuestros corazones y nos dé la valentía de clamar gritos de justicia y accionar”.
“Fortalecidos por el encuentro con nuestro Señor y con los hermanos, enviados a ser fermento en las comunidades para la construcción del Reino le pedimos a Mamá María que nos cobije y resguarde bajo su poncho protector para todas las tareas pastorales que transitaremos”.+
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