Francisco: “La vida cristiana requiere dinamismo y disponibilidad de caminar”
Al comentar Evangelio de San Lucas que narra la presentación del Niño Jesús en el templo para consagrarlo a Dios, como prescribía la Ley judía, el Papa señaló: “Este episodio llama nuestra atención al ejemplo de algunos personajes que son tomados en el momento en el cual hacen experiencia del encuentro con el Señor”.
En este sentido, mencionó a María y José, junto con Simeón y Ana, que representan “modelos de acogida y donación de la propia vida a Dios”, y que el evangelista Lucas los describe a todos con una doble actitud: “de movimiento y de asombro”.
En primer lugar el movimiento lo reflejan María y José, que se ponen en camino hacia Jerusalén; por su parte, Simeón, movido por el Espíritu, va al templo, mientras que Ana sirve a Dios día y noche sin descanso. En este sentido, describió Francisco que “los cuatro protagonistas del pasaje evangélico nos muestran que la vida cristiana requiere dinamismo y disponibilidad de caminar, dejándose guiar por el Espíritu Santo”.
De lo contrario, el “inmovilismo no se acomoda con el testimonio cristiano y la misión de la Iglesia”, subrayó Francisco y exclamó: “¡Todo bautizado ha recibido la vocación al anuncio, a la misión evangelizadora: anunciar a Jesús! Las parroquias y las diversas comunidades eclesiales están llamadas a fomentar el compromiso de jóvenes, familias y ancianos, para que todos puedan hacer una experiencia cristiana, viviendo la vida y la misión de la Iglesia como protagonistas”.
Luego explicó el “asombro”, la reacción que tienen María y José “de las cosas que se decían de él [de Jesús]”; del mismo modo, Simeón explicita “que en el Niño Jesús ve con sus ojos la salvación obrada por Dios en favor de su pueblo”; y Ana, “comenzó a alabar a Dios” al ser testigo de esta situación.Francisco indicó: “Estas figuras de creyentes están envueltas en el asombro, porque se dejaron capturar e involucrar por los eventos que estaban sucediendo ante sus ojos”.
“La capacidad de maravillarse ante las cosas que nos rodean fomenta la experiencia religiosa y hace fructífero el encuentro con el Señor. Por el contrario, la incapacidad de asombrarse nos hace indiferentes y amplía la distancia entre el camino de la fe y la vida de cada día. ¡Hermanos y hermanas, siempre en movimiento y dejando apertura a la maravilla!”.
Antes de concluir su alocución, el papa Francisco pidió que la Virgen María “nos ayude a contemplar cada día en Jesús el Don de Dios para nosotros, y a dejarnos involucrar por Él en el movimiento del don, con alegre asombro, para que toda nuestra vida se convierta en una alabanza a Dios en el servicio a nuestros hermanos”.
Finalmente, el Papa recordó que en Italia se celebra la Jornada por la Vida, que tiene como tema: “Abran las puertas a la vida”, y recordó el mensaje de los obispos italianos, anhelando “que esta Jornada sea una oportunidad para renovar el compromiso de custodiar y proteger la vida humana desde el principio hasta su fin natural. También es necesario contrastar toda forma de violación de la dignidad, incluso cuando están en juego la tecnología o la economía, abriendo las puertas a nuevas formas de fraternidad solidaria”.+
Publicar un comentario