Antes del inicio de la celebración, se hizo una catequesis introductoria, a cargo del Equipo de Formación Litúrgica. Los agentes pastorales explicaron, junto con los ordenandos, los pasos de la ceremonia y el significado de cada momento.
La misa comenzó cerca de las 20, con la catedral repleta de gente y una gran cantidad de jóvenes invitados por los nuevos sacerdotes, que trabajaron durante sus años de preparación con los grupos de las parroquias y de los movimientos eclesiales.
Durante la homilía, monseñor Delgado hizo hincapié en la capacidad de reconocerse pecadores. “El sacerdote de Cristo debe ser el primero en pedir perdón por sus pecados y por los de su comunidad". El prelado también les deseó un feliz y fecundo ministerio.
Las vocaciones
Gabriel Martín Aciar fue feligrés de la parroquia San José, de Jáchal, donde descubrió su vocación. Durante su tiempo de discernimiento, colaboró con la parroquia de Cristo Rey, y actualmente está destinado a la parroquia Nuestra Señora de Fátima.
Jonatan Hernán Félix descubrió su vocación en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, también de Jáchal. Trabajó pastoralmente en la parroquia de Pocito y actualmente está en Nuestra Señora de los Desamparados, de Albardón.
Juan Antonio Morely reconoció el llamado de Dios al ministerio sacerdotal en la parroquia de Albardón, y luego de transcurrir el período de formación fue destinado a Nuestra Señora de Andacollo, en la localidad de Chimbas.
Los tres jóvenes sacerdotes eligieron un lema en común para su ordenación: "Servidores de la misericordia del Padre". Para ilustrar las tarjetas, eligieron el ícono del Buen Samaritano.+
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