Mons. Ñáñez llamó a los cordobeses a imitar a Brochero y “trabajar juntos para el bien de todos”
En su homilía, monseñor Ñáñez se refirió a la canonización de Brochero como “un regalo para toda la Iglesia”, con repercusiones en diversas partes del mundo donde su figura ha despertado admiración.
El arzobispo aseguró que el ministerio de intercesión de Brochero comenzado durante su vida, especialmente en sus años de enfermedad terminal, cuando agradecido a Dios, dedicaba sus días a rezar “por todos los hombres, los pasados, los presentes y los que han de venir”, cobra con la canonización una mayor intensidad.
El prelado destacó el modelo de vida y compromiso cristiano de Brochero, como alguien “que vivió con intensidad su fe, que se dejó alentar por una inquebrantable esperanza y que estuvo permanentemente animado por una ardiente caridad”. Su canonización, afirmó, “nos plantea el desafío de caminar y de trabajar juntos por el bien de todos”.
Su ejemplo, y su testimonio están plasmados en la Casa de Ejercicios, el Colegio de niñas y demás obras, sostuvo el arzobispo, e interrogó a los presentes: ¿No será este un mensaje para que en el momento actual, los argentinos, los cordobeses, nos animemos también a trabajar juntos con vistas al bien de todos y de superar el flagelo de la pobreza y de las adicciones como en su momento lo hizo el santo Cura Brochero en Traslasierra?
Monseñor Ñáñez recordó el 150º aniversario de la ordenación sacerdotal de san José Gabriel. Al respecto, relató que “su ordenación fue el momento decisivo de su opción por Jesús, el momento culminante de su decisión de militar bajo su bandera y el momento clave de su entrega al servicio del Señor y de su Iglesia; entrega que mantendría con total fidelidad hasta el último de sus días”.
“Brochero vivió su ministerio muy unido a la cruz de Jesús con la firme esperanza de participar de la gloria de la Resurrección. Sus últimas cartas, a confidentes y amigos, son un testimonio de esta actitud de sacerdotal ofrenda vivida hasta el final”, agregó.
Declarado patrono del clero argentino, Brochero “deja un ejemplo sublime y desafiante a todos los pastores del pueblo de Dios”, destacó el arzobispo, y señaló que obispos y sacerdotes están invitados “a renovar nuestra opción por Jesús, a renovar la alegría de nuestro sacerdocio, a formular el compromiso de salir a buscar a nuestros hermanos para contarles y compartirles las inmensas riquezas de la amistad y de la vida que Jesús nos ofrece y quiere regalarnos”.
Para finalizar, el prelado resaltó que la figura de Brochero invita a los sacerdotes “no tener miedo a la santidad, a tender a ella con paciencia y tenacidad, conscientes de que ella promueve siempre una vida más humana y más digna para todos”, y dejó la intención de que los jóvenes del pueblo de Dios comprometan su vida para servir al Señor y a sus hermanos en el sacerdocio, confiando ese deseo a la intercesión del Santo Cura Brochero.
José Gabriel del Rosario Brochero fue ordenado presbítero el 4 de noviembre de 1866, a los 26 años de edad, por el entonces obispo de Córdoba, monseñor José Vicente Ramírez de Arellano, y el 10 de diciembre de ese año ofició su primera misa. El viernes, antes de la misa, los sacerdotes cordobeses ofrecieron un momento de oración a San José Gabriel del Rosario Brochero, patrono del clero argentino.+
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