Las celebraciones comenzaron cerca de la medianoche del lunes 7, cuando un número de familias se acercó hasta la parroquia para saludar a la Patrona. En un clima de oración y acompañado con cantos, los fieles se acercaron hasta la imagen de la Virgen y depositaron flores a sus pies.
El martes 8 por la mañana continuaron llegando fieles de distintas localidades cercanas para a la santa patrona. Representantes de las diferentes instituciones locales participaron de la santa misa presidida por el párroco, presbítero Roberto González.
Por la tarde, se realizó el acto central que comenzó con una procesión que recorrió varias cuadras de la ciudad de Tres Isletas. Monseñor Barbaro acompañó el momento y luego presidió la misa central. Durante su homilía, hizo especial referencia a la historia de la Virgen de Luján y el Negro Manuel que le dedicó un especial cuidado por muchos años. Fue en ese tiempo que este servidor de la Virgen, asimiló actitudes evangélicas. Toda la gente que pasaba en ese lugar admiraba el cariño y el trato que tenía con la Madre de Jesús. Cada uno de los cristianos puede aprender del Negro Manuel a tener un mejor trato con la Madre de
Dios y así incorporar virtudes evangélicas en su vida cotidiana.
También destacó el valor de la vida desde la concepción y animó a todos a rezar a la patrona de los argentinos para que, ante el clima de confusión que se vive en algunos sectores, triunfe la vida.
Luego de la Misa, los fieles pudieron saludar al obispo y mantener un momento de diálogo. Especialmente los jóvenes le comentaron sus actividades y proyectos y le dirigieron algunas consultas que el prelado contestó y compartió con ellos un momento de encuentro.+
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