“Estamos muy contentos y agradecidos a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Nosotros como Cáritas, conocemos muchas necesidades, pero no tenemos tantos recursos para poder auxiliarlas”, dijo monseñor José María Baliña, obispo auxiliar de Buenos Aires e integrante de la Comisión Episcopal para Cáritas.
“Es lindo poder encontrarnos las dos iglesias y poder ayudar a los que necesitan sin preguntarles si creen o no o lo que creen”, agregó.
En tanto, Gustavo Mernies, presidente de la Estaca Belgrano de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, señaló: “Las manos representan que podemos llegar con acciones, nosotros somos sus manos. Más allá de las creencias, nosotros somos sus manos. Es una alegría, un honor estar aquí juntos sirviendo a los demás de esta forma tan concreta”.
Sergio Galbuchi, presidente de la estaca Chacabuco, también participó de la entrega a los comedores de las parroquias de Santa Isabel de Hungría y Nuestra Señora del Rosario, ambos pertenecientes a Cáritas Buenos Aires.
El presbítero Gustavo Corvalán, párroco de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya, destacó la importancia de este aporte: "Ha llegado en un momento especial y de mucha necesidad, dando gracias al Creador por su providencia representada en sus manos, hemos podido continuar con nuestra labor solidaria a familias y comedores que reciben ayuda desde el santuario".+
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