Posadas (Misiones) (AICA): El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, advirtió que en el proceso del discipulado “si no están los otros, evidentemente estamos caminando mal. Y podemos señalar con certeza que no es un discipulado cristiano, porque el discipulado cristiano es muy concreto”. “No es un discipulado de un Dios abstracto, ni es un discipulado donde ‘los otros’ son abstractos. Ser cristiano implica considerar a ‘los otros’ concretos, como mis hermanos”, sostuvo. “Cuando hablamos de los pobres sólo abstractamente, estamos posiblemente ante un Dios conceptual y corremos el riesgo de caer también en una visión de la pobreza conceptual, o bien en una ideología. Nosotros seguimos a un Dios concreto y si queremos amar solo a ‘los otros’ y también éstos tienen que ser concretos. Por supuesto podremos hablar de las problemáticas, pero si no hay personas concretas en nuestra vida, evidentemente estamos teorizando, como nos gusta hacer tantas veces”, subrayó.
“Por eso el discipulado no es de un día para otro. Durante nuestra vida tendremos que ir haciéndonos discípulos y misioneros. Y esto implicará aquello que hemos reflexionado anteriormente sobre romper con las cosas que dificultan nuestro seguimiento de Jesucristo, el Señor”, indicó, por lo que pidió “desconfiar de las conversiones rápidas”.
El prelado subrayó que “el itinerario de la fe implica nuestra conciencia y que vayamos asumiendo las cruces cotidianas. Aquellas que queremos eludir. Y nos pondremos viejos y nos daremos cuenta que todavía, muchas veces queremos generar nidos, falsas seguridades que dificultan el seguimiento”.
“En este proceso del discipulado si no están los otros, evidentemente estamos caminando mal. Y podemos señalar con certeza que no es un discipulado cristiano, porque el discipulado cristiano es muy concreto. No es un discipulado de un Dios abstracto, ni es un discipulado donde ‘los otros’ son abstractos. Ser cristiano implica considerar a ‘los otros’ concretos, como mis hermanos”, aseguró.
“Cuando hablamos de los pobres sólo abstractamente, estamos posiblemente ante un Dios conceptual y corremos el riesgo de caer también en una visión de la pobreza conceptual, o bien en una ideología. Nosotros seguimos a un Dios concreto y si queremos amar solo a ‘los otros’ y también éstos tienen que ser concretos. Por supuesto podremos hablar de las problemáticas, pero si no hay personas concretas en nuestra vida, evidentemente estamos teorizando, como nos gusta hacer tantas veces”, advirtió.
Por eso, monseñor Martínez sostuvo que “el discipulado cristiano es un proceso marcado por el amor, por la caridad. Sabiamente el papa (emérito) Benedicto XVI nos puso ante este tema de la caridad en el centro de lo que es el cristianismo, diciéndonos que ‘Dios es Caridad’”.
“Este discipulado no lo podemos hacer si no es en comunión. Como diócesis, estamos en un camino en el que queremos vivir este tema de la comunión, y todos sabemos que nos cuesta y mucho. Tenemos que superar los individualismos, es un momento eclesial en el que queremos acentuar nuestra relacionalidad, la diversidad en la comunión, queremos trabajar en una eclesiología de comunión, en la figura del Pueblo de Dios y por supuesto, en la pastoral orgánica. Cuando decimos esto tenemos que recodar que la comunión que este discipulado implica, no es uniformidad. Por el contrario, la comunión requiere de los carismas, dones, diversidad, pero están formando parte de un mismo cuerpo, según la expresión paulina”, concluyó.+
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