Buenos Aires (AICA): El miércoles 18 de marzo, a las 12, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, bendecirá e inaugurará la Iglesia del Corazón de Jesús, principal templo del campus educativo de la Pontificia Universidad Católica Argentina “Santa María de los Buenos Aires”. El rector de la casa de altos estudios, monseñor Víctor Manuel Fernández, consideró que la inauguración de la iglesia “es uno de los momentos más importantes de la historia de la universidad”.
En diálogo con AICA, monseñor Fernández recordó que el nuevo templo es el sueño realizado de monseñor Octavio Nicolás Derisi, mentor y primer rector de la casa de altos estudios, y del episcopado argentino que fundó la UCA.
El rector destacó que el nuevo templo será “iglesia mayor” de la universidad, y no simplemente capilla. “El arzobispado aprobó la designación de ‘iglesia’, que desde un punto de vista canónico y litúrgico tiene una importancia mucho mayor. Se convierte así en el lugar central del culto de la universidad, en su centro espiritual de constante actividad”, recalcó el prelado.
Asimismo, monseñor Fernández consideró que la nueva iglesia debe mostrar que la vida espiritual “no puede entenderse como un parche, como una actividad secundaria o tolerable” en la comunidad universitaria, sino que es también un signo de una vida en que el espíritu es indispensable.
“Esta iglesia estará dedicada al Corazón de Jesús y será el corazón de la UCA. Para la Universidad no hubo un hecho más importante que este en la última década, y seguramente es uno de los momentos más importantes de la historia de la universidad”, aseguró a esta agencia monseñor Fernández.
El rector de la UCA también determinó que en esta iglesia haya al menos seis horas diarias de adoración, donde participen alumnos, docentes, empleados y directivos. El prelado justificó la medida en el bien que le hará a la comunidad que haya gente rezando y destacó el poder de la oración. También sugirió participar de este momento para estar un rato en silencio y “enfrentar la propia verdad, dejar de esconderse de sí mismo, ordenar algunas cosas y serenar el interior”.
“Si creemos que allí, frente a uno, está Dios, está Jesucristo vivo, estamos seguros de que estar ante su fuego invisible a los ojos nos purifica, nos ilumina, nos calienta, nos sana. ¡Cuánto bien le hará a la universidad que muchos de sus miembros tengan ese espacio semanal de reposo ante Dios!”, manifestó el arzobispo.
Monseñor Fernández invitó a los integrantes de la comunidad a participar de la adoración: “Ruego que todos los que puedan se anoten una media hora fija por semana. Pueden hacerlo de a dos por si uno de ellos tiene un imprevisto. También pido a cada facultad y a cada dependencia que tome una hora por semana, cubriéndola con distintas personas”.
“Basta que siempre haya dos personas aquí, en oración, para que la vida de la universidad cambie”, concluyó el rector. Los interesados podrán anotarse con el capellán general de la facultad, presbítero Alejandro Fabián Seijo.+
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