El cardenal Poli llamó a dejarse visitar por la Virgen de la Misericordia

Buenos Aires (AICA): “La pequeñez le gusta mucho a Dios, por eso los invito a ser pequeños y dejarnos visitar por la Virgen de la Misericordia que nos trae la ternura y la compasión de Dios”, pidió el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, al presidir el viernes 15 de mayo las fiestas patronales en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, del barrio porteño de Mataderos, que llevaron por lema “Que la Misericordia llegue a todo el mundo”.
“Que la Misericordia llegue a todo el mundo”, fue el lema de las fiestas patronales en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, del barrio porteño de Mataderos, cuyas celebraciones principales fueron presididas el viernes 15 de mayo por el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli.

Los festejos comenzaron el martes 10 cuando el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Ernesto Giobando SJ, presidió la misa para la comunidad parroquial.

El 14, de 22 a 24, se realizó la serenata a la Madre de la Misericordia en el templo parroquial. Actuaron el Coro Parroquial, el Grupo de Danza de la Profesora Agustina Spera y el seminarista Sebastián de la parroquia Nuestra Señora del Carmen.

“Nos reunimos para dos fiestas, la del Espíritu Santo y la de la Madre de la Misericordia, a simple vista parecen dos fiestas distintas, pero en realidad están muy unidas”, explicó el cardenal Poli en la misa dominical.

El purpurado recordó que “cuando María tenía 15 años el Ángel le dijo: el Espíritu Santo descenderá sobre ti como una sombra y la Virgen le dijo sí” y destacó: “El Espíritu Santo descendió como paloma el día del bautismo de Jesús”

“También el Espíritu Santo descendió como fuego el día que los discípulos y María estaban reunidos en el cenáculo, allí nace la Iglesia”, agregó.

El arzobispo porteño dijo que iba a enseñarles “un nombre muy cortito que le gusta mucho al Espíritu Santo, es el de Don, como cuando llamamos a alguien don Juan. ¿Saben por qué don? Porque nos lo donó Cristo. Cristo nos entregó su Espíritu, para que no estemos solos, nos regaló un camino interior, un amigo incondicional, que no nos abandona jamás, nunca se va a ir de nuestro corazón”

“Esta semana celebramos tres fiestas de la Virgen: Luján, Misericordia y Fátima, en cada una de sus apariciones se reveló a personas muy humildes. En el caso de la Madre de la Misericordia se apareció al siervo de Dios Antonio Botta. Las personas que recibieron la aparición y visita de la Virgen fueron personas muy humildes, simples, pequeños, como niños”, precisó.

“La pequeñez le gusta mucho a Dios, por eso los invito a ser pequeños y dejarnos visitar por la Virgen de la misericordia que nos trae la ternura y compasión de Dios”, pidió.

El cardenal Poli realizó el tradicional gesto de coronar a la Madre de la Misericordia y ponerse debajo del manto de la Virgen, y luego hubo fuegos de artificios y suelta de globos en la puerta del templo parroquial.

Al finalizar la misa se compartió el almuerzo y los festejos siguieron con el “Festival de la Misericordia”. Actuaron alumnos del Instituto Misericordia, la murga de la parroquia Nuestra Señora del Carmen y un grupo folclórico, además de danzas y sorteos.

Informes: www.misericordia.org.ar y parro.misericordia@gamil.com.+

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