Mons. Aguer consideró “injustas” las operaciones de cambio de género en un sistema de salud colapsado
“Filas interminables, horas y horas de espera para poder ser atendidos. Varios hospitales están en ruinas, faltan camas y medicamentos. Ni hablar de los ancianos, que también sufren la indiferencia del Estado, subsisten con migajas y no tienen acceso a la atención de salud que les corresponde”, describió y agregó: “Los juzgados y tribunales del país se encuentran plagados de recursos de amparo de personas ancianas y enfermos que reclaman el suministro de un medicamento que cure o alivie sus dolencias, porque PAMI o IOMA no los incluye”.
El prelado criticó que haya disponibles “más de 50.000 pesos (unos 3.500 dólares aproximadamente) para que un travesti se ponga los pechos artificiales gratis, pero no 1.500 pesos para el medicamento de un niño que la obra social no le cubre”.
“Si no me equivoco, los beneficios acordados por el decreto que suscribió la señora (Cristina Fernández) de Kirchner están a disposición de ‘todos los hombres del mundo’; de hecho conozco algunos casos de personas que vienen, atraídas por tan generosa oferta, de países vecinos”, reflexionó.
Asimismo, aclaró “por las dudas, que no soy xenófobo; sin embargo, me duele la miseria de tantos argentinos que resultan discriminados en virtud de una reglamentación inicua”.
”Una discriminación semejante sufre asimismo cualquier mujer, que es y ‘se siente’ tal, y que no puede mejorar, superar algún defecto, embellecer gratuitamente su anatomía femenina. Queda excluida porque en ella sexo y ‘género’ coinciden; la identidad sexual, su naturaleza de persona femenina es menospreciada”, planteó.
Monseñor Aguer hizo estas afirmaciones en un artículo titulado “¿Es justo todo lo legal? La injusticia de un Decreto” publicado en el diario platense El Día, en el que hizo referencia a “un caso reciente, pero típico, de disposición estatal ilegítima, injusta”.
”Es el Decreto Nº 903/2015, obra del gobierno anterior, que reglamenta el artículo 11 de la Ley Nº 26.743 de Identidad de Género; se refiere a operaciones parciales y/o totales a las que se añaden los tratamientos hormonales subsiguientes, todo para adecuar la anatomía de las personas, el sexo natural de varones y mujeres, a lo que ‘sienten’ que son”, precisó.
El arzobispo platense cuestionó que se propongan y permitan una serie de intervenciones quirúrgicas de este tipo “en la Argentina de hoy y a coste y costas de todos los ciudadanos”.
“A usted, amigo lector, le meterán la mano en el bolsillo para pagar las mencionadas operaciones, tan necesarias, al parecer, para asegurar la identidad de género de una ínfima minoría de la población”, advirtió.
“La dura situación que vivimos, me refiero al desastre económico innegable, producto de décadas de despilfarro y del robo escandaloso de gobernantes sin escrúpulos, se concreta en el aumento visible de la pobreza con sus numerosas secuelas. ¿Cómo es posible que en un país que fue llamado ‘granero del mundo’ uno de cada cinco niños tenga problemas de alimentación, que algunos mueran por desnutrición, y que entre los menores de 17 años la pobreza supere el 40%? Los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina son difícilmente discutibles. Por el inevitable ritmo de las cosas se ha agravado la herencia recibida por el actual gobierno, ¿podrá éste hacer algo para revertir la calamidad? ¿Tendrán éxito sus intentos?”, preguntó.
Monseñor Aguer sostuvo que “la confusión señalada entre lo legal y lo legítimo se proyecta al concepto de discriminación. Los ‘lobbies’ se han abierto paso a los codazos y han impuesto qué debe entenderse por ese término mágico; lo han convertido en una ideología. Los antidiscriminadores discriminan el bien, la razón, la justicia, el sentido común, la naturaleza, y, por supuesto, a Dios”.
”El Secretario de Derechos Humanos de la Nación podría incluir entre sus preocupaciones más urgentes la horrenda discriminación de la mayoría del pueblo argentino, de la multitud sufriente de los pobres y de los enfermos establecida en el Decreto 903, para denunciarla como es de su oficio. Los derechos humanos brotan de la naturaleza de los hijos de Adán, según los quiso el Creador, varones y mujeres; no pueden alienarse en el poder de los ideólogos, ni ser usados como un “curro” más, una moneda de intercambio, por los gobiernos de turno”, concluyó.+
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