La misa fue presidida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, quien en su homilía hizo referencia a la consideración que la Iglesia tiene para con quienes llevan la cruz de sufrir una enfermedad, con una frase de Santa Teresa de Ávila: “Señor, tú premias con la cruz a tus mejores amigos, es por eso que tienes tan pocos amigos”.
Monseñor Radrizzani tuvo en cuenta el ejemplo del Santo Cura Brochero, y recordó las cartas que el sacerdote escribía durante su enfermedad: “Es un grandísimo favor el que me ha hecho Dios Nuestro Señor en desocuparme por completo de la vida activa y dejarme con la vida pasiva; quiero decir que Dios me da la ocupación de buscar mi último fin y de orar por los hombres pasados, por los presentes y por los que han de venir hasta el fin del mundo", expresaba entonces el “cura gaucho”, recientemente canonizado.
El arzobispo invitó a los presentes a ahondar en el ejemplo y la vida de este santo, que durante años fue audaz y enérgico y que cuando le tocó la cruz de la enfermedad, la aceptó con una inmensa fe, actitud que sirvió en su momento y que continúa ahora siendo modelo y canal para la gracia que Dios quiere regalarnos.
La misa fue concelebrada por diez sacerdotes, y la peregrinación contó con el trabajo de más de 300 voluntarios que colaboraron en el traslado, el almuerzo y la atención médica, además de sumarse a la devoción mariana. El encuentro concluyó a las 15, cuando se impartió la bendición con el Santísimo Sacramento.+
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