Obispos latinoamericanos destacaron la importancia del ecumenismo y el diálogo interreligioso
El miércoles 16 visitaron la sede del Episcopado en Suipacha 1034, donde participaron de un acto de oración y cantos con autoridades de la Iglesia en la Argentina y con integrantes de distintas comunidades religiosas.
Todos rezaron un compromiso por la paz que decía: “Damos gracias por estar reunidos en el nombre de Dios, Misericordioso” y pedía el aumentar su fidelidad y compromiso para trabajar por la misericordia, la compasión y la solidaridad para acercarse a los más necesitados.
Los presentes pidieron por el bien común, por las familias y la afirmación de la libertad religiosa y que se ponga término a la persecución, exilio, prisión y muerte que padecen tantos hombres, mujeres y niños en el mundo por razón de su fe.
“No le pongamos palos en la rueda”
En una breve reflexión, el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente 1º de la Conferencia Episcopal Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, glosó un texto de Isaías y señaló que si de Alguien no podemos dudar de que cumple sus promesas es de Dios. ¿Acaso no se empiezan a ver tiempos de paz con estos espacios?, se preguntó. Y señaló: “Lo que necesita Dios es que no le pongamos palos en la rueda para seguir el camino de la paz”.
También estaba el secretario general de la Conferencia, monseñor Carlos Malfa, obispo de Chascomús. Acompañaron a los visitantes los obispos argentinos que participaban en la reunión de San Miguel, el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, y su auxiliar Pedro Torres, presidente y miembro de la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (CEERJIR), respectivamente.
“Armonía en el mundo”
El presidente de la Comision Ecuménica de Iglesias Cristianas de la Argentina (CEICA), el obispo metodista Frank de Nully Brown, dijo que la paz no se puede construir desde relaciones violentas que implican avasallar al otro, entre familias, entre ricos y pobres, entre naciones poderosas y débiles. Y exaltó el amor a Dios y al prójimo.
“Debemos amar a los demás, ser compasivos entre nosotros. Sin respeto entre las personas no existiría armonía en el mundo”, dijo a su vez el sheij Abdelnaby Elhefnawy, de la mezquita Al Ahmad. El elder Pablo Schpilman, de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días (mormones), dijo que siempre le gusta pensar en Cristo como Príncipe de la paz.
Un Dios, valores comunes
El secretario de Culto de la Nación, Santiago de Estrada -a quien acompañaba el subsecretario, Alfredo Abriani-, tras ponderar el ecumenismo existente en el país como diálogo y defensa de la libertad religiosa, estimó que debe seguir en la defensa de valores comunes. Recordó haber escuchado a Juan Pablo II decir que todos tenemos un Dios y debemos velar por esos valores.
Entre cada breve exposición, cantó el coro Ministerio de la Música, del colegio San Martín de Tours, con la dirección de María Eugenia Torres, y acompañado por los presentes: “Canción del Sí”, “Hazme un instrumentos de tu paz”, “Un nuevo sol” y “La paz sea con nosotros (en inglés, árabe y hebreo”.
Presentes
Entre otros, estuvieron en el Episcopado el arzobispo monseñor Chrysostomos Ghassali, de la Iglesia Siriana Ortodox de Antioquía; el pastor Jorge Gómez, de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA); las pastoras Viviana Pinto, del Consejo Latinoamericano de Iglesias, y Ester Iglesias, de Discípulos de Cristo; los pastores metodistas Hugo Urcola y Daniel Favaro, el pastor bautista Tomás Mackey; Jorge Berrios, de Aposento Alto; el rabino Arieh Stockman y el vicepresidente del Centro Islámico, Abdulhamid Hageg, junto con otro directivo, Adnan Kassab.
Y por la Iglesia Católica, además de los participantes de otros países, el secretario Ejecutivo de CEERJIR, Pbro. Fernando Giannetti; la secretaria adjunta, Gloria Williams de Padilla; los expertos padres Ignacio Pérez del Viso, jesuita, y fray Jorge Scampini, dominico, y María Luisa Cárdenas.
En San Miguel
En la reunión de San Miguel participaron obispos, sacerdotes y expertos de quince países latinoamericanos, así como monseñor Juan Fernando Usma Gómez, colombiano, venido del Vaticano, quien presentó una ponencia.
Los obispos, reunidos con algunos peritos, hicieron un diagnóstico sobre el ecumenismo y el diálogo interreligioso en el continente. Entre otros asuntos, trataron el ecumenismo con evangélicos y protestantes, la construcción de puentes entre comunidades diversas, el impacto de la declaración Nostra Aetate en los primeros 50 años posteriores al Concilio Vaticano II y el estatuto teológico especial del diálogo judío-cristiano. Y consideraron la posibilidad de caminar hacia una asamblea ecuménica en América Latina y el Caribe.
Junto con los obispos y organizadores del Consejo Episcopal Latinoamericano estuvieron presentes algunas personas no católicas que viajaron para participar de todo el encuentro en San Miguel: por el judaísmo, el rabino Marcelo Polakoff (de Córdoba, Argentina), y el Lic. Elías Szczytnicki (Perú); por la Iglesia Presbiteriana, la reverenda Gloria Ulloa, colombiana; y, por la Iglesia Episcopal de Colombia, el obispo Francisco José Duque. (Jorge Rouillon).
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