“Cristo ha muerto en la cruz para unir y pacificar”, destacó Mons. Malfa
“Jesús resucitado está con nosotros y en nosotros para siempre. Está renovando y haciendo florecer todo lo bueno, verdadero y bello. Está en nuestros dolores y lágrimas como consuelo, está en nuestros pecados como misericordia y paciencia infinitas, está en nuestros fracasos como fortaleza, está en nuestra muerte como vida que triunfa, como esperanza de vida eterna”, añadió.
Monseñor Malfa expresó que “Cristo ha muerto en la cruz para unir y pacificar, con su resurrección ha nacido el hombre nuevo, justo, libre, fraterno”. “¿Por qué persisten entre los argentinos divisiones, enemistades, rencores, desconfianzas, indiferencias?”, preguntó y exclamó: “¡Se necesitan puentes, no muros! Es la insistente interpelación del papa Francisco”.
El prelado destacó que el diálogo -como genuina capacidad de escucha y respeto por la dignidad del otro, integración de todos, amistad social- constituye un urgente desafío que nos compromete visceralmente con la cultura del encuentro. “Este es el derecho y el reclamo de tantas familias que apenas sobreviven, de jóvenes con un mañana incierto, de ancianos agobiados, de pobres y excluidos”, aseveró.
“La Pascua nos abre a la esperanza y nos llama a asumir nuestras responsabilidades para que pueda renacer la confianza y la credibilidad, el estímulo para el esfuerzo y la fortaleza de la fe que ofrezca un sentido al sacrificio de quienes sufren”, señaló.
Finalmente, el obispo afirmó: “Tenemos necesidad del anuncio y el testimonio renovado de la resurrección de Cristo”. “Lo necesitan muchos cristianos en sus dudas e incertidumbres, lo necesitan también en sus miedos y desilusiones, tantos hombres y mujeres de buena voluntad que buscan la verdad, el bien, la belleza”, concluyó deseando una feliz Pascua a todos los fieles. +
Publicar un comentario