Mons. Lozano: “Caminemos con Jesús para ser colmados de su bendición”
“La entrada de Jesús en la vida de cada uno es así, no quita nada, nos da todo. Viene vestido con ropa sencilla. Pide tu respuesta de fe y vos podés dejarlo entrar, ¿por qué no?”, planteó en su columna semanal.
El prelado destacó que el Domingo de Ramos, cuando en los templos se bendicen los ramos de olivo y los fieles salen a las calles para evocar aquella entrada de Jesús en la Ciudad Santa, es “uno de los días del año que más gente acude a la iglesia”.
"¿Para qué son los Ramos que nos llevamos a casa?”, se preguntó, y explicó que “tienen una doble finalidad”.
"Solemos colocarlos junto a una cruz que tenemos en la pared, o al lado de alguna imagen o estampita de la Virgen o alguno de los santos que nos acompañan en nuestra vida de fe. De este modo, al mirar ese ramo nos acordamos que hemos aclamado a Jesucristo como Rey de nuestra vida. Es un signo que nos recuerda haber rezado y cantado para que Él reine en nuestra vida, nuestra familia, nuestra patria”, precisó.
"La otra finalidad es misionera. Es muy bueno llevar algún ramito a quienes no pudieron ir a la bendición y a la misa. Siempre hay que pensar y tener en cuenta a algún vecino, familiar, o alguien enfermo”, agregó.
Monseñor Lozano afirmó que “Jesús nos invita a entrar en un clima religioso y de oración. Nos tiende la mano y nos ofrece caminar a su lado. Con corazón sencillo y humildad al andar”.
"Entrar en Jerusalén tiene una finalidad. Celebrar la Última Cena, lavar los pies, los artilugios del traidor, ser llevado preso, la negación del amigo, el juicio fraudulento, la pasión, el dolor de la madre, la cruz, la Pascua... Son momentos intensos de amor, elocuentes para algunos, tal vez no tanto para otros. Caminemos con Jesús para ser colmados de su bendición”, concluyó.+
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