Mons. Zurbriggen: “Jesucristo está realmente vivo y quiere compartirnos su vida”

Mons. Zurbriggen: “Jesucristo está realmente vivo y quiere compartirnos su vida”

Deán Funes (Córdoba) (AICA): El obispo prelado de Deán Funes, monseñor Gustavo Zurbriggen, presidió la Vigilia Pascual del Sábado Santo en la catedral Nuestra Señora del Carmen. En su homilía afirmó que “es el amor de Dios el que tiene el poder de vencer el pecado, la maldad y la muerte. Es el amor del Padre el que va a buscar a su hijo que por amor a nosotros se entregó y murió en la cruz”.

Monseñor Gustavo Zurbriggen, obispo de Deán Funes, presidió la celebración de la Vigilia Pascual, que se llevó a cabo en la catedral Nuestra Señora del Carmen en la noche del Sábado Santo.

“¡Quiero anunciarles y compartirles la alegría de Jesús! ¡Jesús, el que murió y fue sepultado, ha resucitado!”, exclamó el obispo, y aseguró que “este es el hermoso mensaje de la Pascua cristiana: Jesús el Señor está vivo, porque por amor ha muerto en la cruz y por amor el Padre del Cielo lo resucitó de entre los muertos. Es el amor de Dios el que tiene el poder de vencer el pecado, la maldad y la muerte. Es el amor del Padre el que va a buscar a su Hijo que por amor a nosotros se entregó y murió en la cruz. Esta es la buena noticia de esta noche y es la hermosa noticia que tenemos que compartir con los demás. Es la alegría del Evangelio y de los verdaderos cristianos, de la que nos habla el Papa Francisco”, señaló.

El prelado sostuvo que “nuestro Dios es un Dios de vivos; Jesucristo está realmente vivo y quiere compartirnos su vida” y advirtió que “nuestra vida, puede ser verdaderamente cristiana y un testimonio de Fe, Esperanza y Caridad, si nos dejamos abrazar y acompañar por el que hoy nos sale al encuentro, como a las mujeres que fueron al sepulcro”.

Monseñor Zurbriggen llamó a la resurrección de nuestra fe, recibida en el bautismo: “En cada Pascua, Jesucristo refuerza nuestra fe porque nos sale al encuentro llenándonos con su alegría, con la luz de vida nueva y su caridad infinita que ha derrotado el pecado y la muerte”.

“La fe, encuentro con Jesús vivo que afianza nuestra vida cristiana y nos capacita para ser levadura buena en el mundo. Hay mucha levadura mala entre nosotros, en la ciudad, en la patria y en el mundo. Los cristianos estamos llamados a ser levadura buena en nuestra comunidad, en nuestra ciudad. Nos hace falta más levadura cristiana”, reconoció, y llamó a “renovar nuestros esfuerzos evangelizadores y agudizar la creatividad comunitaria para que hombres y mujeres puedan tener una fuerte experiencia del amor de Jesús, que es el fundamento de una vida cristiana perseverante, alegre y comprometida”.

Texto completo de la homilía.+

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