La comida se desarrolló el martes 11 de abril en un amplio salón de su sede en Caseros 1450, Florida, lleno de mesas con grupos familiares y de amigos, y representantes de entidades de bien público y comunidades cristianas.
“Hoy como prueba de nuestra diversidad y pluralidad recibimos en esta sede como invitados al obispo y a un grupo de seminaristas de la grey católica”, dijo el presidente de ese centro comunitario religioso y cultural establecido en 1944, Raúl Schvartzman.
El joven rabino Fabián Skornik explicó el sentido de la celebración, la libertad, “esa mano extendida y brazo poderoso del Señor que nos sostiene y nos hace libres”.
Y el obispo de San Isidro, monseñor Ojea, hizo una breve reflexión invocando la bendición de Dios.
El presidente Schvartzman señaló que se siente orgulloso de presidir una comunidad “que no le da la espalda a la pobreza que nos rodea. Hace ya un año que hemos comenzado con meriendas a 50 chicos del centro barrial infantil La Habana en Villa Martelli, y este año empezamos con un proyecto que llamamos Maná, que consiste en sumar un almuerzo y duplicar el número de beneficiarios”.
Leyó un texto que había recibido sobre el significado de la palabra Pascua, paso. “Para nosotros los judíos –dijo- representa el paso de la esclavitud hacia la libertad; para los católicos se celebra la Resurrección de Cristo, es decir, el paso de la muerte a la vida eterna”. Pidió animarse a dar el paso que haga pasar de la indiferencia a la solidaridad, de la desconfianza al abrazo sincero.
Tras el encendido de velas, se fueron siguiendo en cada una de las mesas distintos pasos de la celebración, tomando sucesivamente pequeñas copas de vino, pan sin levadura, verduras amargas metidas en agua con sal, etc. con un sentido ritual. El rabino fue dando una explicación pedagógica de cada detalle en relación con la salida del pueblo judío de la esclavitud en Egipto. Luego se sirvió pollo a la naranja con arroz, preparado por voluntarias de la comunidad.
Hubo también música y bailes. Tocó una orquesta y entonó varias canciones de impronta religiosa una joven integrante de la comunidad, Laura Kasvin, madre de seis pequeños, de entre uno y doce años.
Décadas de diálogo
La buena relación entre la sinagoga Lamroth Hakol y sus vecinos de la parroquia católica Nuestra Señora de la Guardia viene de larga data. Ya en octubre de 1964 desarrollaron tres jornadas de oración en sus sedes y en la cercana iglesia Discípulos de Cristo, con el título “Acto fraternal de credos, entre católicos, protestantes y judíos, en adhesión al Concilio Vaticano II”. Cada uno de esos encuentros comenzó con la entronización de la Santa Biblia por un joven judío, un católico y un protestante. Y en cada lugar hablaron el rabino Pablo Hirsch, el sacerdote católico presbítero Leopoldo José Pooli y el pastor evangélico Julio Amaral. Estos líderes fueron desarrollando una profunda amistad y años más tarde el rabino Hirsch murió en los brazos del padre Pooli en un geriátrico israelita en San Miguel.
Más recientemente, tras el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994 un grupo de mujeres de la parroquia Nuestra Señora de la Guardia se acercó a la comunidad de Lamroth Hakol para expresar su solidaridad. A partir de esa iniciativa, mujeres de distintas confesiones religiosas –judías, católicas, luteranas, bautistas, presbiterianas y de una comunidad aborigen- comenzaron a hacer reuniones periódicas de oración. Entre otras, al comienzo impulsó ese grupo la rabina Margit Oelsner Baumatz, que se desempeñó en Lamroth Hakol.Ese grupo interreligioso Diálogo y Convivencia perdura hasta hoy en Florida, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Lamroth Hakol está muy involucrada en acción social, especialmente a partir de la crisis del 2001 y trabaja estrechamente con Caritas Zona Norte. Entre otros, en los primeros encuentros de este tipo en una mesa pascual participó el entonces presbítero Miguel Ángel D'Annibale, cuando era vicario general de San Isidro, quien desde 2013 es obispo de Río Gallegos y cada año hace llegar un saludo fraternal. Y tanto el actual obispo de esa diócesis, monseñor Ojea, como su antecesor, monseñor Jorge Casaretto (obispo diocesano entre 1985 y 2011), participaron en actos religiosos con la comunidad judía.+
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