Mons. Mestre: Las claves del encuentro, misericordia y alegría
Fui tratado con misericordia
San Pablo relata que fue “tratado con misericordia”, y esto “es lo que acontece a la oveja perdida de la parábola: es el amor total y absoluto de Dios por cada uno de nosotros. Es la predilección con la que nos cuida, protege, conduce, rescata y salva”, mencionó el prelado, porque para Dios “no somos uno más de tantos”, sino que somos “creados y recreados por Él”. Esto es lo que el obispo de Mar del Plata define como la misericordia experimentada por Pablo y por los grandes personajes de la Escritura y los santos en la vida de la Iglesia.
La alegría del encuentro
Las dos parábolas del relato hacen referencia a la “alegría” por haber encontrado algo. La oveja y la dracma, son “encontradas”. El prelado cuenta cinco veces en las que aparece la raíz alegría-alegrar: “Este es el signo distintivo del que se encuentra con el Dios misericordia”, porque “nadie puede ser feliz si está o anda perdido, si no es encontrado”. De esta manera, “el gran desafío para ser auténticamente feliz es dejarme encontrar por Dios para encontrarme con los demás”, añadió.
Una Iglesia que pastorea con misericordia y alegría
“Quien se descubre tratado con misericordia y experimenta la alegría del encuentro no puede menos que devolver en la misma especie lo que ha recibido”, indicó monseñor Mestre al ilustrar el último punto. Aunque “pareciera que esto nos cuesta mucho en la Iglesia”, advirtió el prelado: “Falta misericordia, no abunda la alegría profunda, tenemos 99 ovejas perdidas afuera y, en vez de salir, ser Iglesia en salida, nos quedamos peinando a la única ovejita que quedó en nuestro corral”. Al concluir, animó a tener un “espíritu de conversión”, para pastorear “con misericordia y alegría”.+
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