Misa en las Reducciones Jesuíticas: “Cuando amamos bien, reverdecemos en la esperanza”
El prelado estuvo acompañado por el canciller de la diócesis, presbítero Sebastián Escalante, y algunos de los jóvenes del Seminario Diocesano Santo Cura de Ars. También participaron los músicos misioneros y un coro universitario, todos respetando la distancia y recaudos sugeridos a raíz de la pandemia del coronavirus.
En la homilía, monseñor Martínez destacó el sacrificio de amor realizado por Jesús en el marco del misterio pascual.
“¡Qué lindo es celebrar el misterio en este lugar tan cargado de historia, de vida y de nuestros antepasados!”, exclamó, y recordó: “Algunos padres evangelizadores estuvieron en esta comunidad como también lo hicieron en Loreto y Santa Ana”.
“Es llamativo lo que ocurre hoy aquí, esto lo venimos haciendo hace algunos años, todos los años el Señor nos sorprende de diferentes maneras, este año nos toca un nuevo contexto, un nuevo espacio. Hoy con una plaza vacía, pero siempre está plaza está llena”, graficó.
El obispo sostuvo que “esta Pascua queremos internalizarla en nuestro corazón como cristianos” y aseguró: “Esta es una realidad con la pandemia, hoy queremos estar con nuestra gente y estamos gracias a los medios de comunicación y a las redes sociales. Dios quiere estar con nosotros también”.
“Qué bueno es que nosotros podamos acompañar al Señor en este misterio, en su pasión”, sostuvo, y precisó: “Hoy queremos integrar tantos dolores, de esta pandemia, queremos poner todo lo que ocurre en la Eucaristía que celebramos”.
“Pero también los gestos de solidaridad, muchos servicios silenciosos, los médicos, las enfermeras, los comunicadores y muchos otros como los camionero y los recolectores que hacen muchísimo para que podamos salir de este aislamiento. Es hoy cuando podemos percibir cuán importante es cada uno en la red social en la que vivimos”, destacó.
Monseñor Martínez afirmó que “en estas situaciones nos damos cuenta de que somos iguales, quizás en este misterio de la Pascua donde acompañamos a Dios hecho hombre nosotros también estemos llamados a reflexionar si tendremos que rever si somos solidarios, que nos demos cuenta de que todos son dignos de su amor”.
“La Eucaristía que celebramos es el amor de Dios expresada por el mismo. Buscamos un mundo más solidario con nosotros, con la naturaleza. Estamos llamados a construir un mundo a semejanza de Dios. El hombre está llamado a construir sanamente. Celebramos está misa en el misterio de la Pascua. Celebramos el amor. Y el servicio. Celebramos porque el amor gana, y el amor sana. Cuando amamos bien reverdecemos en la esperanza”, concluyó.
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